Aguilucho pálido

Circus cyaneus

El aguilucho pálido es una rapaz propia de las latitudes templadas y frías del Holártico que, en nuestro país, se reproduce en espesos tojales, carrizales y brezales del norte peninsular, aunque, en invierno, su imagen liviana patrullando sobre los inmensos campos de cereales, vegas y humedales de numerosas localidades españolas es algo bastante habitual. Desde hace algunos años son numerosas las parejas de esta especie que se han asentado en las llanuras cerealistas del centro de la Península, donde comparten hábitat con su cercano pariente el aguilucho cenizo.

CAT / Arpella pàl·lida

GAL / Tartaraña gatafornela

EUS / Mirotz zuria

ENG / Hen Harrier

EN - En Peligro
EN - En Peligro

La especie se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.

Presencia
PresenciaHabitualInvernanteResidente

Escucha su canto:

Información

Accipitriformes

Accipitridae

45-55 cm

97-118 cm

Identificación

El aguilucho pálido es una rapaz de tamaño medio, cuya fisonomía responde al característico patrón de los integrantes del género Circus, es decir, alas y cola largas, tarsos muy prolongados y aspecto general bastante grácil, aunque menos que el del aguilucho cenizo, del que se diferencia por su mayor tamaño y robustez y por tener las alas comparativamente más anchas. La especie presenta un marcado dimorfismo sexual que afecta al tamaño, siendo las hembras mayores y más pesadas, y a la coloración del plumaje.

El macho adulto es un ave de color claro, en el que dominan los tonos grisáceos, más oscuros en el dorso, la cabeza y el pecho, y blancos en el vientre, donde, a diferencia del cenizo, no luce ningún tipo de manchas o barrados (dibujo 1). En vuelo resultan muy visibles las puntas negras de las rémiges primarias, que contrastan mucho con el blanco de las infracoberteras alares. Dorsalmente, también son visibles las puntas negras del ala, así como el obispillo, que es blanco y extenso (dibujo 2).

En la hembra adulta (dibujo 3), por el contrario, dominan los tonos terrosos con tintes grisáceos, bastante más claros en las regiones ventrales, que están intensamente rayadas de pardo, que en el dorso, mientras que en la parte inferior de las alas exhibe un barrado abundante (dibujo 4). El obispillo de la hembra de pálido resulta muy visible en vuelo y es más extenso que el de la hembra de cenizo.

Los individuos juveniles, por su parte, son pardos en las regiones dorsales y de un suave tono ocráceo y ligeramente anaranjado en las ventrales, que aparecen, además, surcadas por un fino estriado longitudinal (dibujo 5).

En vuelo, como todos los aguiluchos, esta especie se muestra ágil y maniobrera y es capaz de desplazarse lentamente a baja altura incluso con malas condiciones atmosféricas mientras prospecta el terreno con las alas colocadas en forma de “V”.

Canto

El macho emite un explosivo iiiiic aiac aiac durante el cortejo. La voz de alarma de la hembra es un ki ki ki ki similar a la de otros aguiluchos.

Dónde vive

En el mundo

El aguilucho pálido es una especie de distribución holártica, por lo que se reproduce en las latitudes templadas y árticas de América del Norte, Europa y Asia.

Se han descrito varias subespecies.

En España

De distribución más bien norteña dentro de nuestro país, ocupa, preferentemente, el tercio septentrional de la Península, es decir, Galicia, Asturias, norte de Castilla y León, País Vasco, Navarra, La Rioja y norte de Aragón. No obstante, desde finales del siglo pasado se ha observado una tendencia de la especie a colonizar nuevas regiones, por lo que se conocen parejas reproductoras en buena parte de Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha (donde se encuentran los núcleos más meridionales, en la provincia de Ciudad Real), Cataluña y Extremadura. Falta en ambos archipiélagos y en las plazas norteafricanas.

En invierno está mucho más repartido por regiones propicias de todo el territorio, si bien en densidades bastante bajas, aunque resulta más frecuente en cultivos cerealistas del cuadrante noreste peninsular.

Tanto en la época de reproducción como en la invernada, la subespecie que ocupa nuestro territorio es cyaneus, que se extiende por el resto de Europa y norte de Asia.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del aguilucho pálido en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Más información

Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.

VER LA MONOGRAFÍA

Aguilucho palido Mapa

Invernada fuerte

Invernada floja

Estival

Residente

Desplazamientos

Los ejemplares reproductores en la Península se muestran bastante sedentarios, aunque durante el invierno son propensos a efectuar movimientos de corto alcance en función de las condiciones climatológicas.

A lo largo del invierno, nuestro territorio acoge a un buen número de aves de origen europeo, fundamentalmente francesas, alemanas y finlandesas, que acostumbran a reunirse durante la noche en dormideros colectivos situados en carrizales, con frecuencia en compañía de aguiluchos laguneros.

Los primeros ejemplares invernantes suelen aparecer a lo largo del mes de octubre y permanecen entre nosotros hasta las postrimerías del invierno o los comienzos de la primavera. El paso de aguiluchos pálidos por el estrecho de Gibraltar es bastante modesto, pues se cifra en unos 100 individuos al año.

Población

La Lista Roja Europea de Aves 2021 estima una población europea de unos 112.000-174.000 individuos, con tendencia decreciente.

Por su parte, según el III Atlas de las aves en época de reproducción en España, la población ibérica del 2017 se situó entre las 500 y 800 parejas. Esto marca una reducción de aproximadamente el 35% en relación con el anterior censo, en 2006. El declive es más acusado en la franja constituida por las provincias de Álava, Burgos, Palencia, León y Ourense mientras que las poblaciones de Salamanca, Zamora, Valladolid, Segovia y Ávila han experimentado ligeros aumentos poblacionales. El programa Sacre muestra conclusiones similares.

Cómo vive

Hábitat

El aguilucho pálido, en la zona norte de España,  cría en manchas de vegetación natural, como tojales, brezales, coscojares, jarales, prados de montaña, carrizales y herbazales, desde el nivel del mar hasta los 1.800 metros de altitud. Más al sur estos hábitats son sustituidos progresivamente por cultivos cerealistas, aunque también en el centro de la Península se encuentran parejas instaladas en junqueras y carrizales.

En invierno frecuenta mayoritariamente áreas abiertas y cultivadas, con grandes extensiones de cultivos de cereal y barbecho, así como paisajes en mosaico, con bosquetes, vegas, sotos, arbolado disperso y matorrales.

Alimentación

La alimentación de esta rapaz es muy variada y se basa en pequeños y medianos vertebrados. Las presas más comúnmente consumidas son los roedores, como topillos, ratones y ratas, así como adultos y pollos de diferentes aves, desde aláudidos o codornices hasta limícolas. También ingiere reptiles diversos (lagartos, pequeñas culebras) y algunos grandes insectos, en particular ortópteros. En ocasiones, piratea la comida a otras aves de presa, como el aguilucho cenizo, el cernícalo vulgar o el búho campestre.

Reproducción

Los aguiluchos pálidos vuelven a frecuentar las inmediaciones del área de nidificación en marzo y, poco después, inician el cortejo, que consiste en la ejecución de acrobáticas exhibiciones aéreas en las que participan ambos miembros de la pareja.

El nido se construye directamente en el suelo, entre la vegetación densa y, ocasionalmente, sobre un arbusto. Consiste en una tosca plataforma de vegetación, de cuyo acondicionamiento se encarga la hembra. Su volumen es variable, aunque en las áreas más húmedas resulta mayor y puede alcanzar 45 centímetros de altura y 90 centímetros de diámetro.

En el interior, forrado de materiales suaves, la hembra deposita de cuatro a seis huevos (aunque puede llegar a poner ocho) de color blanco azulado o verdoso, de cuya incubación se ocupa durante 29-39 días, mientras el macho, que a veces mantiene relaciones polígamas, se encarga de suministrarle alimento y de defender el territorio ante los intrusos.

Los pollos son atendidos principalmente por la hembra y alimentados por ella con presas aportadas por el macho. Con apenas 15 días de vida dan muestras de cierta precocidad al abandonar temporalmente el nido para deambular por los alrededores, aunque su desarrollo no se completa hasta pasados 20 días más. En ese momento inician los primeros vuelos, pero no serán por completo independientes hasta una o dos semanas después.

Meses en los que se puede ver la especie en España

Ene
Feb
Mar
Abr
May
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic

Amenazas y conservación

EN - En Peligro
EN - En Peligro

La especie se está enfrentando a un riesgo muy alto de extinción en estado silvestre.

El Libro Rojo de las Aves de España 2021 considera la especie EN – En Peligro y aparece en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, pero no en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.

La comparación de los datos aportados por los censos de 2006 y 2017 indican que el aguilucho pálido ha sufrido un declive poblacional en los últimos años. Parece que este decrecimiento ha tenido lugar en estas dos últimas décadas, ya que las estimas anteriores señalaban una tendencia estable o en ligero aumento. Este declive se ha puesto de manifiesto en que ha desaparecido de amplias zonas de Lugo, León, Palencia, Burgos y Ávila.

Las amenazas más importantes para la especie son la destrucción y alteración de su hábitat de nidificación, consecuencia en gran medida de la intensificación agrícola. El uso de pesticidas, la concentración parcelaria y la reducción de barbechos, eriales y linderos son prácticas que afectan a las oportunidades de las rapaces, en general, de obtener alimento. Además, la recolección de la cosecha provoca en numerosas ocasiones la muerte de los pollos que han nacido en cultivos cerealistas. El cambio climático también afecta a su hábitat, entre otras cosas por el aumento de la frecuencia y extensión de los incendios que está teniendo lugar en los últimos años. Otro factor que se ha llevado la vida de muchos aguiluchos es la caza ilegal a partir de cebos envenenados llevada a cabo por quienes ven a las rapaces como depredadores competidores de las especies cinegéticas. Se estima que entre 1992 y 2013 pudieron morir entre 300 y 500 ejemplares por esta causa. También tenemos que la mortalidad en tendidos eléctricos y aerogeneradores afecta a todas la rapaces, y el aguilucho pálido no es una excepción.

Las medidas propuestas para intentar compensar el declive que se está causando a este aguilucho pasarían por revisar la catalogación de la especie a nivel legal tanto a escala estatal como autonómica, elaborar y aprobar los planes de recuperación correspondientes, proteger los nidos durante las labores de cosecha, prohibir las quemas de matorral que contribuyan al hábitat de cría o de alimentación de la especie, perseguir el delito en el caso de incendios provocados o de envenenamiento de fauna, prohibir la implantación de centrales eólicas o nuevas líneas eléctricas en zonas sensibles para las rapaces y establecer periodos de parada en las ya instaladas durante la época reproductora, mejorar el seguimiento y estudio de la población y su declive y designar nuevas zonas ZEPA o ampliar las existentes para que alberguen un mayor porcentaje de la población reproductora.

Especies similares

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