SEO/BirdLife solicita colaboración ciudadana en la isla de Tenerife para un experimento científico inédito en Europa
La contaminación lumínica nocturna provoca en Tenerife el deslumbramiento de más de 2.000 pollos de pardela cenicienta cada año en sus primeros vuelos hacia el mar. Con el fin de reducir esta siniestralidad, pero también para conocer con detalle su incidencia real, un importante estudio científico solicita la colaboración ciudadana en los municipios de Candelaria, Arafo y Güímar. Tan solo es necesario apagar las luces de iluminación exterior de viviendas y edificios en días alternos a partir del 31 de octubre y hasta el próximo 12 de noviembre.
“Es un esfuerzo muy pequeño que puede salvar la vida a muchas de estas increíbles aves”, ha justificado Yarci Acosta, responsable de SEO/BirdLife en Canarias, la ONG ambiental que promueve el experimento a través del proyecto internacional Luminaves.
Según la asociación conservacionista, cada año se ven afectadas miles de aves marinas deslumbradas por las luces de las casas, edificios públicos, aeropuertos, puertos, gasolineras, avenidas y carreteras en todo el archipiélago canario.
Las características geográficas del Valle de Güímar, con núcleos urbanos costeros bien definidos y alejados de otros próximos, unido a que en este sector la Asociación Tinerfeña de la Naturaleza (ATINA) ha venido recogiendo de forma precisa la información sobre las localizaciones de las pardelas deslumbradas durante los últimos años, lo convierten en un enclave ideal para el desarrollo de este experimento de apagado. Sus conclusiones servirán también para aplicarse en otros enclaves costeros de las islas.
Gracias a la colaboración ciudadana, se pretende reducir los niveles de luz artificial en días alternos (31 de octubre y 2, 4, 6, 8, 10 y 12 de noviembre), registrándose al mismo tiempo el número de pardelas encandiladas, de manera que se pueda valorar el impacto real.
Puntos negros
Como punto de partida se han identificado los principales puntos negros para la especie por culpa de su excesiva iluminación nocturna. Se desarrolla en el marco de la campaña de recogida de pardelas que coordina el Cabildo de Tenerife a través del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla. También se ha solicitado la colaboración de ayuntamientos y empresas. Igualmente, se ha hecho un llamamiento especial a los policías locales de los tres municipios para que colaboren con la iniciativa, aportando la máxima información posible de cada ave accidentada recogida.
El experimento cuenta con la colaboración del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), gracias al cual ya desde el año pasado se midieron los niveles lumínicos en el Valle de Güímar con un sofisticado fotómetro de última generación que ofrece medidas del brillo de fondo del cielo expresadas en magnitudes muy precisas.
“Pedimos a los tinerfeños un pequeño gesto que puede salvar a cientos de aves marinas protegidas como pardelas, petreles o paíños y nos ayudará a conocer con más precisión nuestro impacto real en la naturaleza”, ha explicado Yarci Acosta.
Asimismo, se recuerda que ante el hallazgo de un pardela deslumbrada, debe contactarse con el 112 para iniciar las labores de rescate. Nunca debe liberarse el ave por sus propios medios, sino comunicar el hallazgo para iniciar el protocolo de recogida. De hecho, se evita de ese modo que las aves se liberen en pleno día y queden expuestas a depredadores o en condiciones que no aseguren su supervivencia (mal estado del plumaje, lesiones que impidan que vuelen, etc.).
SEO/BirdLife eligió en 2013 a la pardela cenicienta como Ave del Año. Para mejorar su estado de conservación y el de otras aves marinas lidera el proyecto Luminaves, que abarca todas las islas de los archipiélagos macaronésicos de Canarias en España, y de Azores y Madeira en Portugal.
Contempla acciones generales de divulgación y concienciación que incluyen luchar contra el “pardeleo”, así como reducir la mortalidad de la especie por culpa de los plásticos y la contaminación lumínica.
Más información sobre el proyecto LuMinAves
Corto de animación: SOS pardelas