• Por primera vez desde la década de 1990 se detecta una nueva colonia de esta especie amenazada.

 

  • Gracias al trabajo de GREPOM, socio de BirdLife en Marruecos, se han identificado dos nuevos sitios de nidificación de ibis eremita fuera de las zonas conocidas y habituales.

El ibis eremita es una de las 100 especies más amenazas del planeta según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN. Gracias al programa de seguimiento que, desde 1994, se desarrolla a cargo de las autoridades del Parque Nacional de Souss-Massa, con el apoyo continuo de varios socios de BirdLife International, su recuperación está siendo muy positiva.

Recientemente se ha publicado un artículo en el que se reconoce la presencia de dos nuevos sitios de nidificación de ibis eremita fuera de las zonas conocidas y habituales. Una situación única desde que se creó el Parque Nacional de Souss-Massa en los años noventa y se empezaron a hacer trabajos de conservación y el seguimiento intensivo de la especie. Esta colonización a otros lugares se ha podido constatar gracias a los trabajos de seguimiento GREPOM, socio de BirdLife Internacional, y a la colaboración de la administración marroquí.

 “Los buenos resultados reproductores de los últimos años, en los que se han ido batiendo récords de productividad, número de parejas y efectivos totales (en 2016 se superaron, por primera vez desde que se realiza un seguimiento, los 600 ejemplares), han tenido como consecuencia que cada vez más aves no encuentren lugar de nidificación en los sitios habituales, lo que les ha llevado a buscar otros”, apunta Jorge F. Orueta, del programa Internacional de SEO/BirdLife y explica que :“Aunque el número de nuevos nidos parece insignificante frente a más de un centenar que hay entre Tamri y el Parque Nacional de Souss-Massa, el hecho de que hayan salido de su «zona de confort» es un signo de expansión”.

En la actualidad, el total de la población de ibis eremita en estado salvaje se encuentra en Marruecos y la población oriental de la especie se limita a una población semicautiva en Turquía. Su estado de conservación según la UICN es en peligro crítico de extinción, lo que la sitúa como el ave más amenazada del Paleártico occidental junto a la Pardela Balear.

 

Eiemplares de ibis eremita.

Eiemplares de ibis eremita.  ©Brian Stone 

 

 

Futuro del ibis eremita

El pasado mes de septiembre se reunió el grupo de trabajo sobre el ibis eremita de AEWA para actualizar el plan de acción internacional y también tuvo lugar otra reunión para revisar su plan de acción nacional. El pronóstico al que han llegado los expertos de varios representantes de BirdLife, entre los que se encuentra SEO/BirdLife, es bastante alentador. “Hay 122 parejas, el mejor resultado nunca obtenido junto con los dos nuevos lugares de nidificación. El censo total es de 589, algo menos que los 601 del año pasado, pero con la certeza de que hay dormideros que no se han podido censar por estar alejados”, señala Jorge Orueta.

La evolución favorable de la especie es un hecho, aunque existe un nueva amenaza,  una planta de desalación que podría acarrear la transformación del suelo y nuevos tendidos. Aunque en principio se están dando todas las garantías para asegurar que no afecte a la especie, GREPOM y SEO/BirdLife siguen de cerca este desarrollo.

SEO/BirdLife ha colaborado en la conservación del ibis eremita desde 1999 directamente y en colaboración con otros socios de BirdLife International y desde 2015 apoyando a GREPOM.

 

 

 

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