Un consumo consciente y transformador puede ser una de las mejores herramientas que tengamos para ahorrar energía. Cada compra que hacemos lleva una «mochila» energética y de emisiones de gases de efecto invernadero. Desde la manzana del almuerzo al jersey para cuando hace frío… elegir las opciones adecuadas puede hacer que nuestra huella energética disminuya considerablemente, y dar un respiro al planeta.

Lo primero que debemos hacer para realizar un consumo consciente y transformador es pararnos antes de comprar y pensar: ¿realmente lo necesito? ¿no tengo más en casa? ¿se lo puedo pedir a alguien? ¿me me estoy dejando llevar por la publicidad?… Reducir el consumo es fundamental para que nuestra huella ecológica sea menor: utilizaremos menos materiales y produciremos menos residuos.

Además de en la producción tenemos que tener en cuenta que los artículos que consumimos habitualmente contribuyen al cambio climático (y a otros problemas ambientales) durante todo su ciclo de vida. Después de producir los artículos hay que llevarlos a las tiendas… sólo el transporte aéreo y marítimo supone alrededor del 5% de las emisiones globales de CO2, aproximadamente lo mismo que Alemania y Japón juntos, o que todo el continente africano. Por lo tante elegir productos cercanos, que no lleven muchos kilómetros a cuestas reduce considerablemente el impacto en el clima.

Con la elección de lo que consumimos también se puede impactar. Evita productos de usar y tirar, de mala calidad o «de moda» que durarán poco. Si puedes escoger artículos de segunda mano o hechos con materiales reciclados, no lo dudes. Si se trata de electrodomésticos trata de que sean eficientes en el uso de la energía (clase A, A+ o A++ del etiquetado energético). Escoge aquellos que se puedan reparar, que tengan una vida larga y que, cuando tengas que deshacerte de ellos sean fácilmente recuperables o reciclables.

A continuación tratamos el consumo de alimentos y de transporte, dos de los sectores en los que más posibilidades hay de reducir la huella de carbono. Pero no sólo en estos campos puedes elegir productos justos con el planeta y las personas, también tienes donde escoger en higiene (gran parte de los productos de higiene utilizan derivados del petróleo), productos de limpieza (muchos incluyen tóxicos), ropa, calzado… y muchos servicios como transporte, turismo, ahorro y finanzas, hostelería… ¡busca en tu entorno estas iniciativas sostenibles!

 

ALIMENTACIÓN

Cuando hacemos la compra de alimentos podemos también actuar de manera responsable. Escoge aquellos que sean de producción cercana y de temporada, ahorrarás dinero, ganarás en sabor y calidad y evitarás toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera para traer manzanas de Chile o garbanzos de Perú.

 

También es importante reducir el consumo de carne, sobre todo si proviene de ganadería intensiva y  no es ecológica. La FAO, la agencia de la ONU para la agricultura y la alimentación, estima que la producción de carne es responsable de casi una quinta parte (un 18%) de las emisiones de gases de efecto invernadero. Las principales causas son la deforestación por el cambio de uso de la tierra debido a la expansión del pastoreo y de los cultivos para piensos, el proceso digestivo de los rumiantes (que produce metano), el almacenamiento y elaboración de estiércol (N2O) y, por último, la elaboración y transporte de productos relacionados con la ganadería. 

 

Ten en cuenta que si compras productos locales en el comercio del barrio fortaleces la economía local, favoreces la soberanía alimentaria de tu territorio, evitas intermediarios y reduces tus emisiones de CO2, entre otras cosas… ¡por ir andando a comprar!

 

Si además escoges alimentos ecológicos estarás asegurando que no se han cultivado con pesticidas y fertilizantes de síntesis, lo que es bueno para tu salud y bueno para la naturaleza. Como ejemplo tienes los productos de RietVell que favorecen ecosistemas diversos y favorables para las aves. Además los alimentos ecológicos y de cercanía tienen una mochila de CO2 mucho más pequeña que los que provienen de la agroindustria.

 

Muchas veces es difícil encontrar estos productos en las tiendas, si los pides verán que hay más demanda y puede que los traigan en un futuro. Mientras puedes unirte a otras personas y coordinar pedidos por internet (directamente a los productores/as) y unirte o crear un grupo de consumo.

 

TRANSPORTE

El coche privado representa el 50% de la energía que consumen las familias españolas. En las ciudades utilizar el transporte público o desplazarse andando o en bicicleta es una buena manera de reducir o evitar las emisiones vinculadas a la movilidad. Para trayectos interurbanos puedes desplazarte en tren, en autobús o compartir vehículo.