A través de los proyectos Biodehesa estamos colocando más de 1.800 cajas nido de aves insectívoras y 750 refugios para murciélagos forestales para hacer frente a las plagas de insectos comedores de madera que están dañando encinas y alcornoques en las Reservas de la Biosfera de Monfragüe, Tajo Internacional y Siberia.

 

Estudios preliminares de la Junta de Extremadura ya habían mostrado que las masas de dehesas de las Reservas de la Biosfera de Monfragüe, Tajo Internacional y Siberia contaban con niveles muy altos de presencia de insectos xilófagos o comedores de madera, en especial los denominados cerambícidos y bupréstidos. Estos grupos de invertebrados son parte de la biodiversidad natural de los bosques, pero cuando los árboles están envejecidos, deteriorados y enfermos, o el ecosistema no tiene un equilibrio de especies, algunos de estos insectos se convierten en plagas que afectan de manera crítica al arbolado, agravando su situación y perdiendo muchos ejemplares.

Ante esta situación, hemos presentado a la Junta de Extremadura proyectos para cada una de las tres reservas de la biosfera que planteaban restaurar las dehesas recuperando elementos de la biodiversidad que mejoran su resistencia y regeneración. Se trata, en definitiva, de reforzar las poblaciones de especies que ayudan a controlar a estos insectos xilófagos (comedores de madera), con la intención de recuperar el equilibrio del ecosistema por medios naturales. “Esta es una alternativa lenta, pero eficaz ya que no existen tratamientos químicos eficientes contra este tipo de insectos por las peculiaridades de sus ciclos de vida que se desarrollan en el interior del tronco de los árboles afectados. Por tanto, la única solución viable es potenciar la presencia de aves y murciélagos, que son los depredadores naturales de estas plagas”, ha explicado Marcelino Cardalliaguet, delegado de SEO/BirdLife en Extremadura. 

 

Encina afectada por insectos xilófagos. Autor: SEO/BirdLife

En este sentido, los proyectos Biodehesa en las Reservas de la Biosfera de Monfragüe, Tajo Internacional y Siberia han incluido un diagnóstico previo sobre unas 1.500 hectáreas de actuación en encinares y alcornocales, evaluando el grado de afección del arbolado por estos insectos. Los resultados han sido alarmantes ya que arrojan cifras de entre el 78% y el 100% de los árboles analizados con un nivel de infestación muy grave, con daños generalizados muy severos e incluso ejemplares ya muertos o moribundos con daños derivados de la actuación de los insectos xilófagos.

 

Control biológico de plagas

Para mitigar esta preocupante situación, desde SEO/BirdLife, a través de los proyectos Biodehesa, estamos colocando en las zonas de actuación más de 1.800 cajas nido de aves insectívoras y 750 refugios para colonias de murciélagos forestales, con el fin de reforzar las poblaciones de estos depredadores naturales de insectos xilófagos. También se está trabajando con los propietarios y trabajadores de las fincas en las dehesas donde se está actuando, impartiendo jornadas de capacitación para adoptar y gestionar este tipo de medidas de resistencia biológica de las dehesas.

Galerías realizadas por insectos xilófagos o comedores de madera. Autor: SEO/BirdLife

“Esta solución natural debería acompañarse de actuaciones ambiciosas como las podas sanitarias o el fortalecimiento de la dehesa, reduciendo otros impactos negativos como la simplificación del hábitat o la sobreexplotación ganadera que empeoran la calidad del ecosistema y potencian la aparición de estas plagas”, ha apuntado Cardalliaguet.

Los proyectos Biodehesa de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, Biodehesa de la Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional y Biodehesa de la Reserva de la Biosfera de la Siberia han sido financiados por la Junta de Extremadura a través de los fondos NextGeneration de la Unión Europea.

Celebramos 70 años. Siete décadas de aves, naturaleza y bienestar humano.

Únete a la bandada. Hazte socio/a de SEO BirdLife y colabora con la conservación de las aves y la naturaleza.

Comparte