La colonia de buitre negro de Rascafría (Madrid), con 180 parejas en 2022, se encuentra entre las 7 más grandes de España. Una especie Casi Amenazada a escala mundial y que en España está en la categoría de Vulnerable según el Libro Rojo de las Aves de España
En el Día Internacional de los Buitres, que se celebra el primer sábado de septiembre, se presenta un balance de 25 años de seguimiento de la colonia de buitre negro. Una especie que a nivel mundial ronda las 2.800 parejas y más del 85% se encuentra en España, donde se reproduce un mínimo de 2.550 parejas concentradas en 43 colonias, que se extienden por 7 comunidades autónomas y 14 provincias.
Seguimiento exhaustivo de una colonia
La colonia de buitre negro de Rascafría, situada en Madrid, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y su zona periférica, es una de las más grandes de España y del mundo. Con 180 parejas en 2022, cuenta con 25 años de seguimiento intensivo acorde con un proyecto de la Consejería de medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y SEO/BirdLife.
El buitre negro cría en el Valle Alto del río Lozoya, Madrid, desde hace décadas, y desde 1997 hasta la fecha se realiza un seguimiento intensivo, como desarrollo de un proyecto de la Comunidad de Madrid con varias visitas semanales que hace que su conocimiento sea de las más y mejores conocidas en España. Esta especie sitúa su nido en la copa de los pinos silvestres que forman el bosque de la ZEPA Alto Lozoya, en el término municipal de Rascafría y gran parte de ella se encuentra dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y en su zona periférica. Hasta finales de la década de 2010 gran parte del bosque donde se ubica la colonia estaba sometido a explotación forestal y el seguimiento semanal de los nidos permitía respetar los puntos de cría y se gestionaba la saca de madera de forma respetuosa con la población de buitre negro.
Así, la evolución de la especie ha sido muy positiva en la zona, pasando de las poco más de 40 parejas que se detectaron en 1997 a las 180 actuales. Aunque esta evolución positiva, quizá no tan fuerte, también se ha registrado en general en la población española. Además del seguimiento de la población en sí, que ha permitido saber desde el mes de febrero de cada año, cuando comienza la incubación en esta especie en la zona, su población reproductora, hasta septiembre, cuando vuelan los últimos pollos, también se han realizado trabajos en paralelo. A lo largo de todos estos años se han marcado numerosos pollos, lo que ha permitido avanzar mucho en el conocimiento de la longevidad de la especie, su proceso de dispersión a otros puntos de reproducción, su incorporación a la población reproductora, etc. En paralelo se han colocado transmisores que permitían conocer numerosas localizaciones diarias a lo largo de varios años de los ejemplares marcados.
Esta temporada 2022 se ha marcado un ejemplar de la colonia de Rascafría con GPS, dentro del programa Migra que desarrolla SEO/BirdLife, con el fin de seguir sus movimientos y conocer más sobre la especie.Estas tecnologías han permitido conocer los puntos de alimentación de la población reproductora, los viajes de dispersión con gran detalle de la población juvenil, cómo cambian las zonas de campeo entre distintas épocas del año, y avanzar en el conocimiento de esta población de forma muy avanzada y permitirá su gestión con información mucho más precisa, entre otras cosas.
Situación del buitre negro a escala mundial y en España
El buitre negro escala mundial se distribuye por el sur del Paleártico desde la península Ibérica y Baleares en el suroestede Europa, de forma puntual en Francia y vuelve a haber poblaciones pequeñas en Grecia, Ucrania, países Transcaucásicos (Georgia, Armenia y Azerbaiyán), Rusia, Turquía, Irán, Afganistán, norte de la India, China Mongolia y sur de Siberia. Aun así, más del 85% de su población mundial se encuentra en España.
En nuestro país tradicionalmente ocupaba solo el cuadrante suroccidental y había una pequeña población en Mallorca (islas Baleares). Los trabajos de reintroducción de la especie en Cataluña y Burgos han originado que el área de ocupación de la especie en época reproductora ahora incluya dos nuevos puntos de cría en el norte y noroeste peninsular. En la provincia de Lleida se reproduce desde 2010 y desde 2020 en Burgos.
Actualmente se extiende por siete comunidades autónomas y 14 provincias. Por orden de importancia el buitre negro se encuentra en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Madrid, Islas Baleares y Cataluña. Extremadura acumula 964 parejas, que suponen el 37,9% de la población española y solo Cáceres, con 854 parejas, acoge el 33,6% del total.
En las últimas décadas su población está en aumento y también experimenta una ligera expansión que se produce a partir de las colonias ya existentes, haciendo que a veces varias colonias antiguamente consideradas independientes, queden unidas.
Entre los 43 núcleos de población que se identificaron en el censo nacional de SEO/BirdLife de 2017, la colonia de buitre negro de Rascafría se encuentra entre las 7 más grandes de España, después de las de Sierra de San Pedro (333 parejas), Monfragüe (327), Cabañeros (216), Umbría de Alcudia (173), Sierra Pelada (138), Sierra Norte de Sevilla (136). En aquel año la colonia de buitre negro de Rascafría (Alto Lozoya), contaba con 123 parejas y en 2022 cuenta con 180. Estas colonias acumulan más del 50% de la población española y, por tanto, cerca del 40% de la población mundial.
Las primeras estimas realizadas a principios de la década de 1970 establecieron una población en España de 206 parejas, y ya a finales de la década de 1990 se estableció una población de 774 parejas. En la última década, el aumento de la población ha continuado y es común para todas las comunidades autónomas, lo que establece un incremento a escala estatal del 30,57%, con 564 parejas nuevas detectadas en el censo nacional de 2017, respecto al de 2006.
Principales amenazas
Sus principales problemas de conservación son las molestias derivadas de la actividad humana (tránsito de excursionistas, apertura de carreteras, pistas y cortafuegos, talas de arbolado, incendios forestales, etc.), disminución de recursos tróficos procedentes de muladares y ganadería extensiva y utilización ilegal del veneno (entre 1990 y el 2002 se han encontrado más de 454 ejemplares envenenado).
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