Finaliza el proyecto ‘Gestión socioecológica de huertas históricas urbanas en Segovia’, una apuesta por la recuperación de los cultivos tradicionales y la biodiversidad que hemos puesto en marcha junto a la Universidad de Valladolid, Cáritas y el Ayuntamiento de Segovia.

El proyecto ‘Gestión socioecológica de huertas históricas urbanas en Segovia. Proyecto piloto para el desarrollo de nuevas zonas verdes productivas y ricas en biodiversidad’, que ahora llega a su fin, ha tenido como objetivo recuperar y poner en valor las huertas históricas urbanas del Valle del Eresma en la ciudad de Segovia.

Comenzó en septiembre de 2020 gracias al apoyo de BBVA Asset Management, a través de la Convocatoria Solidaria BBVA Futuro Sostenible ISR en Castilla y León,  y ha desarrollado una serie de actividades en la finca “La Huerta Grande” centradas en la puesta en producción de la antigua huerta, como experiencia piloto para recuperar los cultivos tradicionales en la zona y explorar su potencial para la formación y el empleo de personas de colectivos desfavorecidos, así como para ampliar y diversificar la red de infraestructuras verdes de la ciudad.

Aliados y acciones estratégicas
El proyecto se ha desarrollado a través de un consorcio formado por SEO/BirdLife, Cáritas Diocesanas de Segovia, el Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid y el Ayuntamiento de Segovia, en una finca del Valle del Eresma cedida por su propietario para este fin.

 

Participantes en talleres en la Huerta Grande de Segovia

Participantes en talleres en la Huerta Grande de Segovia

 

Cáritas Diocesana de Segovia se ha encargado de la puesta en marcha de la producción de la huerta, a través de los cursos del Programa de Formación y Empleo. Para ello empezó con la limpieza y desbroce del terreno para a continuación proceder al marqueo de los surcos y bancales, y la preparación de la cama de siembra o plantación. Con el terreno preparado, se procedió a la siembra y plantación de una interesante variedad de cultivos tradicionales de esta zona de huerta, como calabacines, pepino, berenjena, pimiento, zanahorias, acelgas, lechugas, repollo, tomates, judías verdes, sandía, puerros y grelos. Durante el desarrollo de las plantas se han realizado labores de entutorado, control de plagas y enfermedades y las podas necesarias según cultivos antes de la recolección. Por el momento se han recogido ya algunas acelgas y un bancal de lechugas.

Por su parte, SEO/BirdLife, entidad beneficiaria de la ayuda BBVA Asset Management, ha desarrollado la línea de integración y fomento de la biodiversidad en la producción, con un doble enfoque de mejorar la biodiversidad en la finca y contribuir a la apoyar la productividad de la producción. Se han instalado cajas nido para aves insectívoras, para rapaces nocturnas y para murciélagos, destinadas a especies que se alimentan exclusivamente de insectos y que, con su presencia en la zona, contribuyen al control de plagas agrícolas y forestales.

También se han colocado dos refugios para himenópteros y un hotel para insectos, con el fin de proporcionar refugio para especies como abejorros, avispas, crisopas, tijeretas y mariquitas, que utilizan pequeños agujeros o huecos en árboles, acumulaciones y muretes de piedra o leñeros como lugar de reproducción, refugio o hibernada, sustratos que son cada vez más escasos en el medio agrícola. Estos insectos son polinizadores y algunos de ellos se alimentan de otros invertebrados como pulgones o ácaros, por lo que contribuyen al control de plagas y a la polinización de los cultivos.

 

Huerta Grande en Segovia. Detalle de frutal.

Huerta Grande en Segovia. Detalle de frutal.

 

Asimismo, se han plantado 14 árboles frutales, como higueras, nogales, membrillo, manzano, melocotonero o peral y 20 arbustos autóctonos que aportarán heterogeneidad al paisaje agrícola, proporcionando flores, frutos y refugio a las especies silvestres y contribuirán a atraer polinizadores. Por último, se ha instalado un pastor eléctrico en el perímetro de la zona de producción para evitar el acceso de corzos a los cultivos. Por último, SEO/BirdLife ha organizado un taller sobre biodiversidad en la huerta, en el que trató sobre la importancia de la biodiversidad en la producción agraria, se dio a conocer la rica biodiversidad del entorno de la Huerta Grande a través de una introducción a la observación de aves y una ruta ornitológica por el Eresma y se fabricaron cajas nido.

Todas estas acciones han ido acompañadas por una campaña de comunicación dirigida a comprometer a la ciudadanía en el cambio hacia estilos de vida más sostenibles, liderada por el Laboratorio de Investigación y Creación Colectivas “Transiciones Responsables” de la Universidad de Valladolid, entidad de la que surgió el proyecto.

Se ha elaborado la página web del proyecto y materiales divulgativos sobre sus acciones, además de realizar toda la documentación gráfica y recopilación de imágenes de las acciones realizadas. Asimismo, se han realizado un diagnóstico con jóvenes sobre su conciencia en torno a la importancia de la producción y consumo alimentario de proximidad y diversas actividades de eduentretenimiento con grupos de niños, adolescentes y jóvenes de Segovia. Al final del verano se realizará una jornada de puertas abiertas, coincidiendo con la recogida de los productos de la huerta.

 

Plantando en la Huerta Grande de Segovia

Plantando en la Huerta Grande de Segovia

 

El Ayuntamiento de Segovia ha apoyado y colabora en el proyecto, contribuyendo a alcanzar los objetivos de promover la mejora y conservación de la biodiversidad en el entorno urbano y que sirva como experiencia demostrativa de custodia en agrodiversidad y biodiversidad locales. Gracias a esta colaboración se ha desarrollado un proyecto de compostaje en la huerta y tres talleres sobre agricultura ecológica dirigidos a la población local, en los que han participado más de 45 personas.

Experiencia piloto con vocación de continuidad
La recuperación de la producción en una huerta tan emblemática como “La Huerta Grande”, en la que ha desarrollado este proyecto, ha permitido explorar y demostrar la viabilidad de este tipo de experiencias, que pueden contribuir al empleo de personas pertenecientes a colectivos desfavorecidos, al potenciar el acceso de la población a alimentos sostenibles y de proximidad y a la recuperación de un rico patrimonio cultural y natural de la ciudad. El proyecto ha permitido que los ciudadanos y propietarios de huertas vecinas sean conscientes de las oportunidades que ofrecen estos espacios, contribuyendo a ponerlos en valor y se espera que también sirva en el futuro próximo para recuperar otros lugares similares. Coincidiendo con la cosecha al final del verano se realizará una jornada de puertas abiertas para celebrar los frutos y la biodiversidad.

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