BirdLife International, la mayor federación ambiental del mundo, con representación en 120 países, entre ellos Perú y España bajo las organizaciones ECOAN y SEO/BirdLife respectivamente, ha enviado una carta a Repsol reclamando medidas y actuaciones concretas e inmediatas para minimizar el impacto del derrame de petróleo en la refinería La Pampilla en Ventanilla, provincia del Callao, Perú.

Asimismo, han enviado una carta al Gobierno de Perú con las mismas reivindicaciones y solicitando que las empresas petroleras que operan en las costas del país cumplan con las regulaciones y tengan claros los protocolos de emergencia necesarios para evitar que incidentes como estos salgan de control.

Cientos de miles de aves marinas están en riesgo crítico, entre las que destacan charranes, cormoranes, piqueros y los pingüinos de Humboldt, una de las especies que se pueden ver más afectadas por su incapacidad de vuelo y que le hace permanecer en la costa peruana, donde se encuentra más de la mitad de la población mundial.

Las organizaciones ponen de manifiesto que el derrame continúe hacia el norte siguiendo la corriente de Humboldt, cuestión que supondrá una amenaza para más aves marinas, el turismo y los medios de vida de las comunidades de pescadores.

BirdLife International con presencia en 120 países, entre ellos España y Perú bajo las organizaciones SEO/BirdLife y ECOAN, exigen a Repsol que asuma sus responsabilidades en este desastre ecológico y que habilite los fondos necesarios para atender y recuperar la biodiversidad afectada contando con las autoridades y entidades conservacionistas peruanas, más allá de la limpieza de las playas y de la zona marítima que ya está ejecutando.

Así, han remitido una carta a la compañía Repsol en la que muestran su máxima preocupación por el impacto ambiental y social del derrame de petróleo producido en Ventanilla, Perú. BirdLife International considera que Repsol no ha dado una respuesta contundente e inmediata ante este desastre ecológico que ya ha afectado a la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras e Islotes de Pescadores, y a la zona reservada de Ancón, lugares clave para la reproducción de especies marinas y costeras; varias de ellas con algún grado de amenaza según la Lista Roja de la UICN.

Por otra parte, BirdLife International también ha enviado una carta al Gobierno de Perú con las mismas consideraciones, haciendo hincapié en los impactos que este suceso tiene también a nivel local, ya que afecta a a más de 1.500 pescadores de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apescaa), y a miles de personas que dependen de playas y mares saludables para realizar apropiadamente sus actividades económicas como el turismo y la gastronomía.

También, han solicitado al Gobierno de Perú que las empresas petroleras que están operando en las costas del país cumplan con las regulaciones y tengan claros los protocolos de emergencia necesarios para evitar que incidentes como estos salgan de control.

“Estamos -una vez más- ante un desastre ecológico que llama a la responsabilidad internacional de empresas y gobiernos. Es urgente atajar y atender hasta sus últimas consecuencias estos impactos sobre la biodiversidad allá donde se produzcan. Sin duda, la mejor manera es lograr una adecuada gobernanza ambiental internacional. Desde BirdLife hemos unido esfuerzos para exigir responsabilidades y revertir el daño causado sobre las especies y los hábitats; y, por supuesto, sobre los pescadores y sus familias, que van a sufrir las consecuencias por la pérdida de recursos sobre los que sustentan su vida. Todo nuestro apoyo a Perú y la máxima diligencia a la compañía española que ha generado el derrame”.

El derrame de petróleo ha dañado la vida animal y vegetal en, al menos, 18.000 kilómetros cuadrados, afectando a las áreas protegidas mencionadas. Por la elevada productividad de la cercana corriente de Humboldt, estas islas albergan colonias de cría de aves marinas excepcionales por su tamaño y diversidad, que incluyen, entre otras especies, al cormorán guanay, cormorán de patas rojas, pelícano peruano, piquero peruano, charrán inca, así como al potoyunco peruano (en peligro crítico) y al paíño de Elliot, que se alimentan en las aguas circundantes.

Una de las especies que se pueden ver más afectadas es el pingüino de Humboldt, que se encuentra en la categoría Vulnerable a nivel mundial y aparece listado en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y en el Apéndice I de la Convención sobre Especies Migradoras. El impacto del derrame puede ser especialmente significativo para la especie, con riesgo máximo de exposición al vertido al no tener capacidad de vuelo, dado que más de la mitad de la población mundial se encuentra en la costa peruana.

SEO/BirdLife, ECOAN y BirdLife International instan a Repsol a ofrecer, con la máxima urgencia, una respuesta contundente y eficaz para atajar las nefastas consecuencias que se están produciendo sobre la biodiversidad y las comunidades locales, y solicitan:

  • Que asuma sus responsabilidades en este desastre ecológico y que habilite, de inmediato, los fondos necesarios para el salvamento de la fauna petroleada y la limpieza de los ecosistemas costeros y marinos afectados.

 

  • Que cuente con las autoridades y entidades conservacionistas peruanas para afrontar este desastre ecológico y, en especial, para hacer un seguimiento de la fauna petroleada para poder disponer información precisa sobre el impacto final de este accidente.

 

  • Que asuma la creación inmediata de un fondo que proporcione los recursos necesarios para atender a las aves afectadas por el vertido (apoyando a las autoridades -SERFOR, NIMAN- y entidades locales -Zoológico de Lima-), así como la limpieza y retirada del vertido, en condiciones de seguridad suficiente para voluntarios y personal implicado.

 

  • Que apoye un seguimiento a largo plazo de las áreas afectadas, para poder evaluar adecuadamente los impactos del accidente. En el caso particular de las aves marinas, que hagan el censo y seguimiento de la reproducción de las especies que crían en la zona afectada, así como potencien el estudio de su dieta, niveles de contaminantes, demografía, etc. con especial atención al pingüino de Humboldt.

 

  • Que promueva y financie la conservación adecuada de los espacios ya declarados (incluyendo las áreas de alimentación en alta mar), mediante la redacción y ejecución de un plan de restauración de la zona afectada que cuente con la colaboración de las autoridades peruanas y el asesoramiento de expertos nacionales e internacionales.

 

  • Que ponga en marcha una revisión transparente y con avales técnicos y científicos de todos los planes de contingencia ante accidentes de todas sus instalaciones y actividades.

 

  • Que acelere el cambio de su modelo de negocio para abandonar, cuanto antes, los combustibles fósiles y las actividades extractivas asociadas.

 

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