Tres semanas después de que la Comisión Europea emitiera sus observaciones sobre el Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) y finalizado el plazo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para responderlas, lamentamos -junto con WWF- que no nos haya convocado aún para participar en este importante momento.

Ambas ONG destacamos que la mayoría de las observaciones sobre el PEPAC de España tratan sobre el planteamiento de la arquitectura verde, como el necesario apoyo a Natura 2000 o asegurar el beneficio ambiental en las inversiones de regadío, ámbitos de trabajo en los que destacan estas ONG y sobre los cuales pueden hacer aportaciones de utilidad.

 

El pasado 31 de marzo, la Comisión Europea envió al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) las observaciones al Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC) de España. Unas observaciones que la Comisión no hizo públicas, pero que el MAPA ha compartido en su web en un ejercicio de transparencia que no todos los Estados miembros han seguido. A pesar de que gran parte del documento hace referencia a la necesidad de aumentar la ambición ambiental del PEPAC, no ha habido interlocución directa al respecto con las organizaciones ambientales, que pueden hacer interesantes y valiosas aportaciones sobre el necesario apoyo a la Red Natura 2000 o asegurar el beneficio ambiental en las inversiones de regadío. SEO/BirdLife y WWF España representan el interés público y a un amplio colectivo de la sociedad civil concienciado en la necesidad de un modelo agrario más sostenible.

Del análisis pormenorizado de la carta de observaciones de la Comisión Europea, se extraen aspectos positivos del PEPAC como, por ejemplo, el apoyo a jóvenes y al equilibrio de género o el presupuesto al LEADER. Sin embargo, las ONG destacan que la Comisión Europea realmente quiere ver un cambio en la arquitectura verde de la PAC, que incluye la condicionalidad (normativa ambiental y buenas prácticas obligatorias), los ecoesquemas (pagos verdes anuales por buenas prácticas voluntarias) y las medidas de agroambiente y clima (pagos voluntarios plurianuales para el desarrollo rural sostenible), aspectos también demandados por SEO/BirdLife y WWF España y para los cuales tienen propuestas concretas:

1. Establecer valores nacionales ambiciosos para todos los objetivos del Pacto Verde Europeo, es decir, no sólo para dotar las zonas rurales de conexión a Internet con banda ancha y alcanzar los objetivos de superficie en producción ecológica, sino también para la reducción del uso de plaguicidas, fertilizantes y antimicrobianos, y para el aumento de espacios para la biodiversidad. SEO/BirdLife y WWF España proponen un PEPAC que haga vinculantes los objetivos del Pacto Verde Europeo al respecto, para preparar al sector agrario con un periodo de transición amplio hasta 2030.

 

Frutales fumigados en un campo de agricultura intensiva ©Shutterstock

2. Mejorar la lógica de la arquitectura verde, garantizando complementariedad y sinergias con la delimitación necesaria. Así, la línea de base de la condicionalidad requiere aún de muchos detalles para ser efectiva. Las ONG destacan la necesidad de mayores garantías para reducir la sobreexplotación y contaminación del agua, evitar la pérdida de pastos permanentes (especialmente en Red Natura 2000), y las molestias a las aves reproductoras en superficies agrarias. Los ecoesquemas, deben ir más allá de las buenas prácticas obligatorias y, como ya proponían las ONG, permitir que se adopten las más beneficiosas (como el de elementos y superficies para la biodiversidad), en combinación con otras, en lugar de centrarse en el tipo de superficie apoyada; así como remunerarse en función del esfuerzo requerido por los productores (que es mayor, por ejemplo, en cubiertas verdes que en cubiertas inertes). Para las ONG, es imprescindible también eliminar el uso de herbicidas en la práctica de agricultura de conservación, por sus impactos sobre la salud de las personas y los ecosistemas. La Comisión también insiste en que el presupuesto para ecoesquemas sea de, al menos, el 25% de los pagos directos, aunque esto supone, señalan las ONG, perder un 5% respecto del greening actual y no debería aceptarse una rebaja, en la línea de lo establecido por la propia Comisión (no backsliding). Por su parte, varias medidas de agroambiente y clima propuestas por las comunidades autónomas se superponen demasiado a los ecoesquemas, incluso con la condicionalidad, como es el caso de los pagos a cultivos sostenibles, al abordar todos ellos de forma similar la reducción de insumos, la gestión del carbono del suelo, las rotaciones y los barbechos. En este sentido, las ONG defienden que esta agroambiental se centre exclusivamente en la gestión natural de plagas mediante el control con fauna auxiliar, recuperada a través de medidas de restauración de la naturaleza (instalación de cajas nido, mayor espacio para setos y linderos, etc.), ya que la agricultura integrada será un requerimiento de obligado cumplimiento. Asimismo, la Comisión pide mejorar las intervenciones para la producción ecológica, y las ONG insisten en la necesidad de apoyar por esta vía una gestión de los barbechos más favorable para la biodiversidad.

 

Campo en barbecho, en los secanos de Belianes (Lleida), práctica agrícola beneficiosa para la biodiversidad © Jordi Prieto-SEO/BirdLife

 

3. La CE también demanda adquirir compromisos más ambiciosos en materia de biodiversidad (aves agrarias, hábitats y Red Natura 2000) para abordar la pérdida de polinizadores y de hábitats de importancia de la UE; la recuperación de especies protegidas asociadas a agrosistemas, pastizales y bosques; el control de especies invasoras y la conectividad ecológica. Las ONG apoyan la incorporación de medidas recogidas en el Marco de Acción Prioritaria para la Red Natura 2000 y, añaden, también las planteadas en la Estrategia de Conservación de Aves Amenazadas Ligadas a Medios Agroesteparios en España. Además, siguen solicitando que se programen medidas transversales como la coexistencia con grandes carnívoros o el apoyo a la trashumancia y el pago compensatorio vía desarrollo rural a Natura 2000. Y todo ello se aplique a nivel estatal apoyando a estas explotaciones con financiación adicional vía ecoesquemas. También las inversiones “más verdes” del desarrollo rural dejan mucho que desear. Por ejemplo, en las de infraestructuras de riego, según la CE, debe diferenciarse entre aquellas que aumentan la eficiencia o reducen las pérdidas de agua de las que conducen a un aumento neto de la superficie regada; así como justificar el beneficio de las concentraciones parcelarias. Las ONG piden elevar y garantizar el ahorro de agua en las modernizaciones (fijado en un 5% a nivel nacional), hasta asegurar la sostenibilidad real del regadío, y que no se aumente la superficie de riego dado el estado crítico de las masas de agua y el impacto previsto del cambio climático. También, que se garantice la heterogeneidad paisajística que tradicionalmente ha caracterizado a nuestros sistemas agrarios. A nivel presupuestario, se hace necesario un reajuste del plan financiero para adaptarlo hacia estas propuestas, eliminando las grandes incoherencias entre el marco nacional y los planteamientos regionales.

4. Más allá de la arquitectura verde, el diseño del pago básico (dividido entre la ayuda básica a la renta y el pago redistributivo), no queda justificado para la Comisión, al mantener, realmente, el anterior nivel de apoyo a la renta (el que, según SEO/BirdLife y WWF, ha originado un reparto injusto en estas ayudas), en lugar de analizar las diferentes necesidades de ingresos en cada región. En este sentido, las ONG ya vienen reclamando desde hace años que se abandone este sistema de derechos históricos y se garantice el apoyo a la renta a las explotaciones de mayor valor socioambiental (Natura 2000, agricultura y ganadería de alto valor natural y producción ecológica) y a los pequeños productores.

5. Como consecuencia de lo expuesto, los indicadores de resultado previstos en el PEPAC adoptan bajos valores que demuestran su escasa ambición ambiental. Las ONG apoyan la crítica de la Comisión en cuanto a que sólo se plantee una mejora del 0,17% para la gestión forestal sostenible, del 0,34% para el manejo sostenible de nutrientes, del 1,47% para las inversiones en biodiversidad y del 1,54% para la conservación de las características del paisaje. Asimismo, falta incluir la medición de otros indicadores como la mejora del uso sostenible del agua, la conservación de la calidad del agua, la mejora de la calidad del aire y de la gestión de la Red Natura 2000. Las ONG añaden que también deben completarse los indicadores de biodiversidad, asegurando la aplicación del Indicador de Aves ligadas a medio agrarios tanto a nivel estatal como autonómico y medirse la evolución de los Sistemas de Alto Valor Natural y del Estado de las Masas de Agua (de acuerdo a la Directiva Marco de Agua), así como ligarse el indicador de reducción de las emisiones del sector ganadero a sus intervenciones correspondientes.

Por todo ello, SEO/BirdLife y WWF España reclaman que se aborden estos importantes aspectos de las observaciones de la Comisión Europea sobre el PEPAC, así como las propuestas de las ONG ya aportadas en la Evaluación Ambiental Estratégica y la consulta pública realizada, y se incluyan en la normativa que comienza a prepararse estos días, para lo que siguen prestando su disposición y experiencia a todas las autoridades competentes.


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