Wisdom, el ave anillada más longeva del mundo, ha vuelto a ser madre a los 66 años. Después de unos dos meses de incubación, este ejemplar de albatros de Laysan –una especie de ave marina amenazada- ha sacado adelante al que podría ser el trigésimo séptimo pollo de su vida. El nacimiento se ha producido en la colonia de cría en el Parque Nacional del Refugio de Fauna del Atolón y Memorial de la Batalla de Midway en Hawai (EEUU), donde Wisdom (sabiduría en inglés) regresa cada año para incubar un único huevo durante unos 160 días. Muchas especies de aves marinas acostumbran a tener lo que los biólogos llaman filopatría, o fidelidad al nido; es decir, regresan año tras año al mismo lugar para criar. Por ello, SEO/BirdLife recalca la importancia de preservar colonias como la que emplea Wisdom en su reproducción, fundamentales para asegurar la supervivencia de muchas aves marinas. Se trata del grupo de aves más amenazado, cuyas poblaciones a nivel global se han reducido en un 70% en los últimos 70 años. Su precaria situación alerta del estado de los ecosistemas marinos y el alto grado de amenaza que sufren. Salvo en la época de cría, Wisdom pasa la mayor parte del tiempo en el mar, surcando el norte del Pacífico en busca de alimento. E incluso en época de cría, buena parte del tiempo lo pasa fuera de la colonia, llegando a cubrir cientos o incluso miles de kilómetros de ésta. Se calcula que, a lo largo de su vida, habrá volando más de 4,8 millones de kilómetros. |
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Un trabajo de dos Criar a la nueva generación de albatros no es una tarea sencilla. A partir de los cinco años, los jóvenes albatros inician la búsqueda de pareja y pueden observarse realizado bailes de cortejo –que incluyen docenas de movimientos rituales- en la colonia de cría. Una vez que se forma la pareja, suele mantenerse unida de por vida. Es el caso de Wisdom y su compañero, Akeakamai. Ambos pasarán los próximos seis meses en la colonia criando a su nuevo pollo. Se turnarán en las tareas de cuidado y búsqueda de comida, como hacen otras muchas especies. La crianza requiere mucha energía. Por ello, los albatros sólo ponen un huevo cada año y, además, a menudo se toman años sabáticos. En este contexto, la incorporación de un nuevo ejemplar a la especie siempre es una buena noticia y, más aún, la prolífica contribución de la pareja que forman Wisdom y Akeakamai. “Wisdom fue anillada en 1956 y es el ave más longeva que conocemos. El anillamiento científico de aves es uno de los métodos más extendidos y útiles para conocer la biología de las aves y, con los datos recogidos, poder comprobar su evolución poblacional. Es una técnica de estudio con más de 100 años de trayectoria, que permite tener series de datos de gran calidad y de mucho recorrido, lo que ayuda a ver, por ejemplo, qué lugares son importantes para su alimentación, descanso o cría. Todo ello permite tomar decisiones en materia de conservación”, explica responsable de la Oficina de Anillamiento de SEO/BirdLife, Arantza Leal. “A lo largo de sus al menos 66 años de vida, Wisdom ha proporcionado valiosos datos a la comunidad científica que nos sirven para conocer más sobre los albatros de Laysan y otras especies marinas”, añade. “En España, SEO/BirdLife gestiona cerca de 300.000 anillamientos y 80.000 recuperaciones de aves al año. Contamos con una base de datos de más de ocho millones de registros que está a disposición del público de forma gratuita en a la web www.anillamientoseo.org, en la que se pueden consultar los datos de forma sencilla en forma de mapas, tablas y gráficos”, explica Leal. En Europa, el ave más longeva de la que se tiene constancia es otra especie marina, una pardela pichoneta que se anilló en el año 1957 y que se recuperó viva en 2008, durante una jornada de anillamiento. Su edad es de más de 50 años, sin poder precisar más, ya que se anilló como adulto en su momento. Las aves marinas, las acuáticas y las limícolas son las aves que, en general, viven más tiempo. El tamaño en las aves importa y las más grandes las que viven más. En España los récords de longevidad no son tan elevados, pero es destacable la recuperación de un flamenco -lamentablemente muerto-, de 30 años nacido en Fuente de Piedra y que podría ser incluso un récord a nivel europeo. El pasado año se recuperó viva una pardela balear criando en su colonia 30 años después de haber sido anillada en el mismo lugar”, concluye. |
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