La jornada del Grupo de Trabajo de Lucha contra Cortaderia selloana, celebrada en Urdaibai, reunió a científicos, asociaciones, técnicos de administraciones locales, diputaciones forales y empresas públicas del País Vasco y Cantabria.
La principal conclusión es la de aprobar un marco normativo que garantice la cooperación en la lucha contra el plumero o Cortaderia selloana, pero también se vio la necesidad de que haya una responsabilidad compartida con los propietarios o gestores de terrenos en los que se encuentre esta planta invasora.
La jornada del Grupo de Trabajo de Lucha contra Cortaderia selloana, organizada por SEO/BirdLife y Basoinsa en el marco del Life Stop Cortaderia, ha determinado soluciones urgentes para acabar con la extensión de esta especie exótica invasora. La necesidad de aprobar un marco normativo que garantice la cooperación en la lucha contra el plumero o Cortaderia selloana es una de las conclusiones más relevantes a las que se ha llegado durante la reunión del Grupo de Trabajo de Lucha contra Cortaderia selloana, celebrada la semana pasada en Urdaibai. Cincuenta personas entre expertos, técnicos e investigadores compartieron las soluciones técnicas y los métodos más eficaces para la gestión de esta planta exótica invasora procedente de Sudamérica. “Planta que ha saltado de los espacios degradados a estar presente en los hábitats naturales más valiosos y delicados, en los últimos años, como son las dunas, marismas y acantilados costeros”, tal y como ha afirmado Juan Antonio Campos, investigador de la Universidad del País Vasco.
Los asistentes aplaudieron la puesta en marcha de procedimientos de apercibimiento a los propietarios de fincas con presencia de Cortaderia, que realiza desde hace un tiempo la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Castro Urdiales. Y la incorporación de la obligatoriedad de controlar la presencia de Cortaderia entre las condiciones para la autorización de licencias de obras en carreteras u obras hidráulicas, por parte de la Diputación Foral de Vizcaya. Sin embargo, se ha puesto de relieve la necesidad de establecer un marco normativo a nivel regional y provincial que corresponsabilice a los propietarios o gestores de terrenos en los que se encuentre esta planta invasora. La responsabilidad de eliminar la planta, y así evitar que disperse sus semillas al entorno, debe de ser compartida por los propietarios. Ya que debe de ser considerada un perjuicio ambiental, cuya gravedad debe de venir determinada por una norma de carácter autonómico, que desarrolle el Real Decreto de creación del Catálogo Nacional de Especies Exóticas Invasoras, aprobado en 2013.
La reunión ha permitido constatar la unanimidad de los participantes en la necesidad de planificar las actuaciones de control de Cortaderia. De modo que no se abandone el terreno tras la intervención, sino que se realicen labores de restauración ambiental que “cubran el terreno con rapidez y aporten sombra que dificulten el crecimiento de nuevas plantas de plumero”, ha explicado Antonio Urchaga, técnico de SEO/BirdLife para el proyecto Life Stop Cortaderia. Asimismo, se ha reconocido la importancia del seguimiento posterior a las actuaciones de eliminación, durante al menos tres años, para garantizar que no han quedado semillas o plantas sin eliminar.
Hélia Marchante, investigadora del Instituto Politécnico de Coimbra especialista en invasiones biológicas apuesta por divulgar y dar a conocer los problemas ambientales y sociales que producen las especies invasoras, como Cortaderia; ya que estas especies no son percibidas como un problema por gran parte de la población que puede actuar como vector de dispersión involuntario.
En la jornada se demandó, una vez más, la cooperación y la coordinación de los actores públicos y privados que deben jugar un papel en el control de Cortaderia selloana. Esta especie es capaz de brotar en suelos degradados con escasa materia orgánica y se desarrolla rápidamente en lugares donde otras plantas no lo consiguen, como márgenes de carreteras, vías de tren, taludes, canteras o plantaciones forestales. Demanda que ha quedado refrendada en el Congreso Mundial de la Naturaleza, celebrado en septiembre en Marsella, donde se aprobó con un amplio consenso -el 95% de las ONG y el 87% de los gobiernos- la moción coordinada por SEO/BirdLife consistente en una “Acción urgente contra la gramínea Cortaderia selloana fuera de su área de distribución natural”.
Esta moción insta a establecer planes de detección temprana y control de Cortaderia selloana fuera de su área de distribución original, y a regular el comercio electrónico con esta especie, dado que en varios países como España o Portugal su comercialización se encuentra prohibida. Además, solicita que algún gobierno de la Unión Europa proponga la inclusión de esta especie en la Lista de Especies Exóticas Invasoras Preocupantes para la UE, un paso fundamental para que se tomen medidas encaminadas a la planificación de las acciones de control y posible erradicación en los países europeos en los que Cortaderia invade tanto terrenos degradados como áreas de gran valor ambiental, como dunas, marismas o acantilados costeros.
Alianza Transnacional frente al plumero
LIFE Stop Cortaderia es un proyecto financiado por la Comisión Europea que cuenta entre sus objetivos con la dinamización de actores públicos y privados, así como de la sociedad, para la cooperación en la lucha contra el plumero, gracias a la creación de una alianza transnacional a la que es posible adherirse y colaborar.
Además, el proyecto pretende la eliminación de la planta invasora de los espacios protegidos costeros de la Red Natura 2000 de Cantabria y la contención de su expansión hacia el interior de la región. Se trata de un proyecto cuyo promotor principal y cofinanciador es la Consejería de Desarrollo Rural, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria en cooperación con una alianza de ONG sociales (Amica, AMPROS y SERCA) y ambientales (SEO/BirdLife).
En Cantabria, LIFE Stop Cortaderia cuenta también con la participación y cofinanciación de las empresas Astander, Solvay y Viesgo, el Ayuntamiento de Santander y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el ámbito de sus carreteras. Además, LIFE Stop Cortaderia extiende sus acciones a otros territorios del arco atlántico europeo como Galicia y Portugal gracias a la participación de la Xunta de Galicia, el municipio de Vila Nova de Gaia y la Escuela Superior Agraria del Instituto Politécnico de Coimbra.