Una decena de organizaciones científicas y ecologistas han presentado un escrito al Ayuntamiento de Teguise en el que solicitan que la gestión de los gatos en la vía pública se base en la mejor información científica disponible.
Los gatos asilvestrados son una grave amenaza para la biodiversidad. Su impacto en las islas se ve agravada por la fragilidad y singularidad de estas.
Las organizaciones solicitan acciones concretas para buscar soluciones que impidan la proliferación de gatos abandonados.
Las organizaciones ACBC, ATAN, GOHNIC, SEO/BirdLife, ABEQUE, AGONANE, Club de Actividades Subacuáticas Pastinaca, SECAC, Grupo de Investigación sobre la Hubara Canaria del Museo Nacional de Ciencias Naturales – Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC) y Grupo de Investigación sobre el Guirre de la Estación Biológica de Doñana – Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EBD-CSIC), han enviado al Ayuntamiento de Teguise un escrito mostrando su desacuerdo con la alimentación de gatos en la vía pública a través de voluntarios y solicitando una gestión adecuada que incremente el bienestar de los gatos y minimice su impacto sobre la biodiversidad insular.
Los firmantes recuerdan que existe un consenso científico sobre la gravedad de los impactos que causan los gatos sobre la fauna silvestre autóctona, especialmente en medios insulares, y que el municipio de Teguise incluye zonas protegidas y de alto valor ecológico, entre las cuales, espacios incluidos en la Red Natura 2000, la mayor red de este tipo del mundo y que protege a las especies y hábitats más amenazados de Europa.
Recientemente, dicho Ayuntamiento anunció en medios de comunicación el inicio del procedimiento para “modificar y actualizar” la Ordenanza Municipal reguladora sobre la tenencia y protección de animales y la recogida y estancia de animales en las instalaciones municipales que, entre otras cosas, habilitaría a voluntarios para alimentar a los gatos que viven en la calle.
Esta medida, expuesta sin una explicación detallada, ha generado la oposición de diferentes colectivos conservacionistas, ecologistas y científicos de Canarias, quienes afirman que el Ayuntamiento estaría priorizando un sistema de gestión que no cuenta con aval científico como medida para reducir el impacto de los gatos en la biodiversidad y que, además, puede suponer un menor bienestar para los propios gatos, dadas las condiciones de vida fuera de los domicilios.
Estos colectivos señalan que, durante el periodo de consulta pública de dicha Ordenanza (abierto en 2020), redactaron y presentaron un escrito de alegaciones, donde se proponían alternativas para la gestión de los gatos, firmado por diferentes profesionales de la ecología y la conservación, incluidos especialistas canarios en dicha problemática. Entre las propuestas contenidas en ese escrito de alegaciones se proponía que los gatos asilvestrados/cimarrones que se encuentren dentro del límite municipal de Teguise fueran capturados y retirados del medio natural, reteniéndolos en instalaciones acondicionadas para ello (protectora de animales o albergue municipal de Teguise) hasta su adopción. Se menciona, además, que en ningún caso deben ser devueltos al medio natural, por el grave impacto que pueden suponer. Así como que las numerosas colonias de gatos abandonados distribuidas por varios puntos del municipio de Teguise sean retiradas de la vía pública, poniendo los ejemplares en adopción, o bien, aislar estas colonias del resto del entorno construyendo refugios que las alberguen o plantear cualquier otra alternativa que impida que los gatos abandonados puedan entrar en contacto con la fauna silvestre.
Los colectivos firmantes de este documento recuerdan al ayuntamiento que es el responsable legal de los impactos tanto medioambientales como sanitarios que estos gatos ocasionan en su término municipal. También recuerdan que existe abundante normativa europea, nacional y autonómica que protege a la biodiversidad de Canarias, algo que el ayuntamiento debe considerar si quiere conservar unos de los valores mas significativos de su término municipal, su Patrimonio Natural.
Finalmente, los colectivos firmantes indican que se reservan el derecho de emprender las acciones legales que consideren oportunas para garantizar tanto la protección adecuada de la biodiversidad insular como el propio bienestar de los gatos.