Cualquier espacio verde de una ciudad puede convertirse en el hábitat en el que numerosas especies encuentren su hueco para sobrevivir. Un tiesto o jardinera  lleno de “hierbas” o un plato con agua limpia puede resultar el recurso ideal para la supervivencia de muchos seres. Está en tu mano contribuir a mejorar la biodiversidad urbana de tu ciudad.

 

Mariposas

Un gran número de mariposas pueden ser atraídas a nuestros jardines y terrazas. Pero lo importante, si queremos favorecer sus poblaciones y que nuestro jardín se convierta en una auténtica “reserva” de lepidópteros, es que no nos limitemos a ofrecer plantas con flor que cubran sus necesidades de néctar.

 

Es clave dejar espacio a sus plantas nutricias, esas en las que los adultos realizan su puesta y son el alimento de las orugas. Cada especie las suyas así que es importante mantener una vegetación variada pero hay una que destaca sobre las demás: la ortiga. Sí, esta planta, que requiere suelos con abundante nitrógeno, es el alimento para un gran número de mariposas, algunas realmente bellas como la pavo real, la vanessa atalanta o la ortiguera.

 

Mariposa ortiguera - © Jakob Hübner

Mariposa ortiguera – © Jakob Hübner

Anfibios y reptiles

En nuestras grandes ciudades suele ser difícil actuar a favor de estos seres de sangra fria, pues el medio ha sido alterado hasta  hacer prácticamente imposible su supervivencia. Sin embargo, en ciudades más pequeñas, pueblos o barrios y urbanizaciones de la periferia, es fácil encontrar pequeñas poblaciones relictas de anfibios y de reptiles. En ambos casos uno de los recursos más importantes  que les podemos ofrecer son refugios. Para ello, bastará apilar piedras o troncos en algún rincón del jardín para que los animales encuentren lugares adecuados para su hibernación y descanso.

 

Otros “bichitos”

Salvo las mariposas, el resto de insectos no gozan del aprecio por parte de la población. Sin embargo ellos también son biodiversidad y realizan funciones muy importantes. Una de las medidas más útiles para favorecer sus poblaciones es la colocación de los llamados “hoteles de insectos” que podemos comprar o construir por nosotros mismos. Estas estructuras servirán para que multitud de “bichitos” encuentren huecos adecuados para reproducirse.

 

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