España deberá ampliar la prohibición de uso de plomo a todas sus zonas húmedas. Hasta el momento, era de los pocos países comunitarios que prohibía su uso en humedales protegidos. Una medida con la que se salvará un millón de aves acuáticas al año en toda la Unión Europea.
A partir de hoy, 15 de febrero de 2023, el uso de munición de plomo en los humedales es ilegal en los 27 países de la UE, así como en Islandia, Noruega y Liechtenstein. España era uno de los pocos países del entorno europeo que ya contemplaban la prohibición de plomo en humedales protegidos legalmente. Con esta nueva medida, la restricción se amplía a todos los humedales del territorio nacional, lo que incluye humedales naturales no protegidos y otros elementos artificiales, como balsas de riego. El Gobierno de España deberá, en consecuencia, modificar la normativa actual, y las comunidades autónomas, encargadas de controlar que esta norma se cumple sobre el terreno, deberán asegurar un eficaz sistema de seguimiento.
El plomo se ha utilizado en municiones y aparejos de pesca durante décadas, a pesar de toda la información existente sobre el significativo impacto que tiene en los seres humanos, la vida silvestre y los ecosistemas en general. La caza con munición de plomo genera una lluvia de perdigones que se dispensan por el aire hasta caer y depositarse en el suelo y en el fondo de los humedales, convirtiéndose en un potente agente de contaminación en la naturaleza.
Se estima que entre 4.000 y 5.000 toneladas de plomo se vierten a la naturaleza la UE cada año. Estos perdigones son ingeridos comúnmente por aves acuáticas como cisnes, flamencos, patos y gansos, que las confunden con las piedrecillas que utilizan para facilitar la digestión de las duras semillas que comen. La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas estima que anualmente esto genera la muerte por plumbismo de más de un millón de aves acuáticas.
“Es un paso importante, pero no es el último que debe darse en este ámbito. Los proyectiles de plomo se siguen empleando fuera de los humedales, a pesar de que existen alternativas a esta munición. La toxicidad del plomo está ampliamente demostrada científicamente. De hecho, la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos, a la vista de los riesgos para la salud y para la naturaleza, ha impulsado un debate en la UE para ampliar las restricciones de uso del plomo e incluso su prohibición total”, explica Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
“SEO/BirdLife ha venido trabajando para que el plomo desparezca del medio ambiente desde hace décadas porque su presencia en el medio también perdura durante décadas. Uno de los ejemplos más paradigmáticos está en el Cerro de los Ánsares, en Doñana. Este punto del parque nacional concentraba mucha actividad cinegética hasta los años 80. A día de hoy, más de 30 años después, voluntarias y voluntarios de nuestra organización siguen extrayendo cientos de balines de plomo que siguen intoxicando a los ánsares que acuden cada primavera a este refugio natural”, subraya la responsable de Programas de Conservación de SEO/BirdLife, Ana Carricondo.
“A escala europea, donde las restricciones de España o Grecia eran la excepción, se trata de un importante avance. A pesar de que hace varias décadas se prohibió el plomo en pinturas, pilas, lápices y prácticamente todo lo demás, se ha seguido permitiendo que envenene nuestro entorno común, incluso cuando existen alternativas. Con esta prohibición, la UE ha abordado una parte importante del problema. Ahora pedimos a los países de la UE que velen por el cumplimiento de la prohibición”, señala Bárbara Herrero, responsable de políticas de naturaleza de BirdLife Europe.