Acercamos la realidad de los delitos contra el medio ambiente a la comunidad educativa en algunas zonas donde se registran altos índices de mortalidad ilegal de fauna o destrucción de hábitats.
A través de pinturas murales queremos crear conciencia en la sociedad sobre la necesidad de proteger la biodiversidad y poner en conocimiento las herramientas disponibles para luchar contra los delitos ambientales.
Desarrollamos una acción de sensibilización a través de la pintura de murales de forma participativa en distintos institutos de España de algunas comunidades autónomas donde se registran altos índices de mortalidad ilegal de fauna o destrucción de hábitats. La intención es contribuir a conocer la biodiversidad local y, sobre todo, resaltar algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo en la lucha contra los delitos ambientales más registrados de cada zona.
Este trabajo de sensibilización que se desarrolla durante este mes y en mayo, se lleva a cabo en el marco del Proyecto LIFE Guardianes de la Naturaleza. A través de las pinturas murales se van a abordar temas como la caza ilegal, el uso ilegal de veneno, la provocación ilegal de incendios forestales, la captura de aves fringílidas para canto o el tráfico ilegal de especies, representándolos a través de una de las especies más afectadas por cada una de esas agresiones ambientales.
Los delitos ambientales son conductas que atentan contra las especies y los hábitats poniendo en peligro el patrimonio natural. Están tipificados y pueden ser castigados con sanciones y penas de hasta varios años de prisión. SEO/BirdLife y la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA), socio de BirdLife en Portugal y también socio del proyecto LIFE, publicaron un estudio sobre el origen y las motivaciones de la criminalidad ambiental, en el que se plantean varias líneas de acción, tanto preventivas como reactivas: desde nuevas investigaciones hasta propuestas de intervención psicosocial para poblaciones específicas, pasando por cursos de formación a los distintos cuerpos de seguridad y agentes medioambientales.
Una región, una especie, un delito
Una de las conclusiones a las que llega el informe sobre el análisis de motivaciones de la criminalidad ambiental es que muchos de los delitos que se cometen tienen un componente cultural muy específico y que, en materia de sensibilización, hacen falta enfoques psicosociales. “Para la realización de estos murales se aborda la conducta delictiva más característica en cada región, prestando mucha atención y cuidado al contexto y al valor social que las creencias y las motivaciones pueden adquirir localmente”, explica David de la Bodega, coordinador del LIFE Guardianes de la Naturaleza.
Es el caso, por ejemplo, de la caza ilegal de especies protegidas como la pardela cenicienta en Canarias, utilizada como alimento hasta hace unos años. También, de los incendios en la franja cantábrica, empleados tradicionalmente como una herramienta para la gestión de los pastos. El uso ilegal del veneno destaca en algunas zonas como Navarra, desatando una cadena que llega, en última instancia, a especies en peligro de extinción, como el milano real. Por su parte, en Cataluña se viene registrando aún la captura de aves fringílidas, como de jilguero o de verderón, para su cría y uso en concurso de canto. Y en Madrid, dada la presencia del aeropuerto, va a trabajarse el tráfico de especies, con el halcón peregrino como posible protagonista.
Canarias para sensibilizar sobre el pardeleo
Entre los pasados días 4 y 8 de abril, en el I. E. S. Guanarteme, de Las Palmas, el estudiantado de 3º de la E. S. O. participó en la creación del primer mural contra los delitos ambientales. Cada una de las clases comenzó con un taller, donde reflexionó acerca de los delitos ambientales y descubrieron las amenazas específicas de las aves marinas y, en concreto, el pardeleo, una práctica tradicional que afecta a la pardela cenicienta atlántica, una especie que como refleja el Libro Rojo de las Aves se encuentra en situación Vulnerable.
Y es que el expolio de los nidos de pardela cenicienta ha sido una práctica muy común en las islas Canarias, donde la carne de los pollos era muy apreciada por su gran cantidad de grasa y por tratarse de un recurso alimenticio de fácil acceso en épocas de escasez. Hoy en día, la pardela cenicienta canaria es un ave protegida y su caza está totalmente prohibida. Lamentablemente, a pesar de esta prohibición, siguen registrándose casos de captura ilegal. Además, a la práctica del pardeleo hay que sumar las amenazas que afectan a la especie, como la presencia de gatos, ratas y otros mamíferos introducidos que depredan en sus colonias de cría, la contaminación lumínica y las capturas accidentales en artes de pesca.
El derecho y el deber de cuidar de la biodiversidad
A través del trabajo que implica la realización de estos murales, SEO/BirdLife quiere transmitir a los alumnos y alumnas que todas las personas somos guardianes de la naturaleza, poniendo en valor el artículo 45 de la Constitución, que señala que todos los ciudadanos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, y el deber de conservarlo.
Además, como organización de utilidad pública, ponemos al servicio de la ciudadanía y de las administraciones un portal de denuncias a disposición de cualquier persona que sea testigo de cualquier agresión o incumplimiento de la normativa relacionada con la protección de la naturaleza. A través de un formulario web, cualquier persona que conozca una acción potencialmente ilegal puede comunicarlo a la organización y obtener información sobre cómo hacer llegar su denuncia a las autoridades.