• La Generalitat Valenciana ha obviado por completo los argumentos científicos expuestos por SEO/BirdLife en sus alegaciones respecto a la orden de veda para 2017-2018, y permitirá la caza de especies que según la ley de caza no se deberían considerar como tales por su mal estado de conservación

 

A finales de julio se publicaba en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana la orden 18/2017, de 19 de julio, de la Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, por la que se fijan, para la temporada 2017-2018, los períodos hábiles y normas de caza en la Comunidad Valenciana.

SEO/BirdLife, que presentó alegaciones al proyecto de esta nueva orden de vedas, lamenta que se hayan obviado por completo los argumentos científicos presentados,  permitiendo así la caza de la codorniz común, la tórtola europea o el porrón europeo, especies que por su delicado estado de conservación no deberían figurar en esta nueva Orden.

Según la propia Ley de caza de la Comunidad Valenciana: “Son especies cinegéticas aquellas aves o mamíferos que en su estado de normalidad poblacional son capaces de mantener un crecimiento poblacional significativo…”. Es el principal argumento que se justifica en las alegaciones de SEO/BirdLife para que se haga una moratoria para estas tres especies de las 33 que se recogen en la orden.

 

Como informaba en sus alegaciones a la Consellería, SEO/BirdLife recuerda que la tórtola europea presenta un estado de conservación desfavorable (según los datos del programa Seguimiento de Aves Comunes Reproductoras en España, SACRE para el periodo 1998-2016, observase un declive poblacional en la Comunidad Valenciana del 35% con respecto a la población de 1998). Además, en el Libro Rojo de las Aves de España  figura como Vulnerable, debido principalmente a su acusado y rápido declive poblacional y recientemente, la UICN ha catalogado la especie en todo su rango de distribución, como Vulnerable, citándose como las dos principales causas de dicho declive “la destrucción del hábitat y niveles insostenibles de explotación”. Asimismo, la organización ambiental señala que el propio Comité Científico del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) emitió un dictamen indicando la necesidad de la protección de la especie a nivel nacional y el cese por lo tanto de su caza.

 

En el caso de la codorniz común, se trata de una especie que presenta un estado de conservación desfavorable a nivel europeo. En el programa SACRE se obtuvo para el periodo 1998-2016 un fuerte declive a nivel nacional de un 38%. Y la situación del porrón común o europeo es también negativa como indican los datos de los últimos censos de aves acuáticas invernantes realizados en España y que coinciden con los datos europeos que señalan que la situación de esta especie es alarmante y generalizado a lo largo de Europa, de tal manera que ha sido catalogado como Vulnerable por la UICN.

 

Por otra parte, SEO/BirdLife pedía expresamente a la Consellería en sus alegaciones que no se incluyeran en el listado a la gaviota patiamarilla ni a la reidora, por carecer claramente de interés cinegético. También por ser especies cada vez más escasas como invernantes en la región, según informes elaborados por la propia Consellería, solicitaba la exclusión de la agachadiza chica, el ánsar común, la cerceta carretona y el porrón moñudo. En el caso de la grajilla occidental y la paloma zurita, los datos disponibles de las poblaciones reproductoras en la Comunidad Valenciana apuntan a un declive de sus poblaciones. Sin embargo, la orden de veda permite su caza sin existir estudios o informes que aseguren la compatibilidad de la caza de estas especies con su conservación, de forma contraria a la legislación autonómica y nacional. Asimismo, la ONG subraya el caso de la avefría, considerada como “ave acuática” y como “ave no acuática”, permitiendo la caza de este ave acuática entre las especies susceptibles de caza en media veda en cotos de aves no acuáticas.

 

 

Respecto a las especies exóticas, la ONG solicitaba la retirada del faisán y del muflón del listado de especies cinegéticas, ya que su aprovechamiento cinegético vulnera el artículo 62.e de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. Según esta misma ley, en lugar de fomentarse su presencia en el territorio, debería diseñarse y ejecutarse un plan de control y erradicación de estas especies. Por ejemplo, en el caso del faisán, la liberación intencionada de esta especie exótica en cotos cinegéticos ha provocado que haya acabado por establecerse como reproductora fuera de los cotos de caza.