El posible impacto ambiental de los 20 parques eólicos que ya están en funcionamiento en Asturias, junto con el de los aproximadamente 70 nuevos parques que se pretenden proyectar y construir en el occidente asturiano, unido al efecto de las líneas eléctricas de evacuación y de las subestaciones eléctricas instaladas o en construcción, está causando una gran preocupación y alarma entre los colectivos conservacionistas y la comunidad científica en Asturias.

Desde la Delegación de SEO/BirdLife en Asturias en coordinación con el Programa de Evaluación de Impacto Ambiental de la oficina de SEO/BirdLife en Madrid, se está trabajando a contrarreloj para presentar los documentos necesarios a las administraciones competentes del gobierno asturiano, dentro de los trámites reglamentarios del proceso de evaluación de impacto ambiental de los parques eólicos actualmente en tramitación.

El objetivo es que los nuevos proyectos eólicos sean sometidos a una adecuada evaluación de impacto ambiental, ya que se están detectando importantes carencias o errores en los documentos presentados por las empresas promotoras para la tramitación de las autorizaciones de los parques eólicos. Hay que destacar que no se está teniendo en cuenta el efecto sinérgico del conjunto de parques eólicos, muchas veces situados unos junto a otros, así como tampoco el efecto acumulativo de otras infraestructuras similares o la repotenciación de los parques. Por otra parte los documentos ambientales presentados por las empresas promotoras carecen en muchos casos de los preceptivos estudios previos, de un ciclo anual completo, sobre la fauna existente en las zonas y los posibles efectos que podrían causar los aerogeneradores, especialmente sobre las aves y los murciélagos.

MAPA EÓLICO DE ASTURIAS (Asociación Empresarial Eólica)

Esta repentina aceleración en el proceso de implantación de energías renovables en Asturias no se está viendo adecuadamente acompañada de la necesaria planificación territorial y las salvaguardas suficientes para asegurar la coherencia de la red eólica con la protección de la biodiversidad y el medio natural.

Además, resulta evidente que todo el conjunto de parques eólicos debería someterse a una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) de acuerdo con la Directiva 2001/41/CE, de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente y con la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, tal y como se ha hecho en otras comunidades autónomas. Por otro lado, el no sometimiento a evaluación ambiental estratégica, lejos de acelerar el procedimiento, puede conducir a largas demoras, como ha ocurrido en Cataluña, donde el Tribunal Superior de Justicia dictó una resolución cautelar que deja en suspenso la planificación de las zonas de desarrollo prioritario de la energía eólica por falta de una adecuada evaluación ambiental. Lo mismo ha ocurrido en Cantabria, donde se han producido denuncias en los tribunales por la aprobación del plan sin haberlo sometido a Evaluación Ambiental Estratégica, incumpliendo por lo tanto la Directiva 2001/42/CEE y el Convenio de Aarhus en cuanto a información y participación de los ciudadanos en la toma de decisiones.

Esta actual falta de planificación y de adecuada regulación del desarrollo de las energías renovables en Asturias, constituye un motivo de profunda preocupación ante las perspectivas ya comentadas y los destacados valores naturales de la región que pueden verse o ya se han visto afectados. Y por supuesto, se trata de un asunto especialmente importante en el delicado contexto del proceso de re-estructuración y transición justa asociado al sector del carbón.


Nicolás López, Delegado de SEO/BirdLife en Asturias y responsable del Programa de Conservación de Especies.

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