Es preocupante la posibilidad de desregulación ambiental en la ley del suelo y su consecuente pérdida de garantías de protección de la biodiversidad al incentivar el urbanismo en el suelo rústico.
Hemos presentado ante la Dirección General de Urbanismo de Cantabria sus consideraciones al anteproyecto de Ley del Suelo y Ordenación del Territorio que ha sido sometida a exposición pública.
Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, considera que “las leyes del suelo como la que se propone abren la puerta a un urbanismo insostenible. Las comunidades autónomas deben apostar por un desarrollo sostenible a través del uso racional del suelo, la rehabilitación y la reutilización de los suelos urbanos en desuso o abandonados”.
La Ley del Suelo es de trascendental importancia para la conservación del patrimonio natural ya que el crecimiento urbano y el desarrollo de infraestructuras suponen siempre un elemento crítico para la conservación de la biodiversidad en su conjunto en cuanto supone de ocupación y alteración del suelo.
En este sentido los principios que deben regir una norma de tal trascendencia deberían ser la del uso racional del suelo en la que se justifique el proceso urbanizador, entendido como ocupación de suelo natural, en base a necesidades reales. Siguiendo los principios de sostenibilidad, economía circular y uso racional de los recursos naturales, la nueva Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Cantabria debería hacer hincapié en articular mecanismos que permitan la rehabilitación y reutilización de los suelos urbanos en desuso o abandonados, tan visibles en el territorio.
Para ello, la Ley del Suelo y Ordenación del Territorio de Cantabria debería ir acompañada de una valoración del estado actual del suelo urbano en Cantabria, de las viviendas vacías y del suelo urbano no urbanizado que permita justificar la ampliación del suelo urbanizable.
Sobre el valor del suelo rústico para la biodiversidad
Uno de los elementos críticos que se recogen en la norma es la flexibilización en la urbanización del suelo rústico. “En este sentido queremos hacer énfasis en el importante valor para la biodiversidad que en las periferias de pueblos y ciudades tienen los suelos rústicos. En su mayoría son suelos agrarios, y tal y como muestran nuestros trabajos de inventariación de la avifauna, son las áreas de mayor riqueza ambiental”, afirma Felipe Gonzalez, delegado de SEO/BirdLife en Cantabria.
Por este motivo la ONG considera que cualquier modificación debería ir acompañada de una adecuada valoración de los impactos ambientales de estas modificaciones, haciendo hincapié en la conservación de los elementos naturales más significativos como árboles, zonas húmedas o muros vivos.
El anteproyecto de Ley, a juicio de SEO/BirdLife, deja desamparadas estos espacios de alto valor natural al eliminar los de criterios de ordenación y planificación urbanística en el medio rural, tal y como queda reflejado en la disposición transitoria octava del texto del anteproyecto.
La nueva Ley contempla la posibilidad de construir en suelo rústico viviendas unifamiliares (además de otras instalaciones) “sin necesidad de que exista ninguna figura de planeamiento urbanístico, sin exigir superficie mínima de parcela y exonerando del pago de la licencia a los promotores” en 39 municipios de la Región.
El urbanismo y la emergencia climática
La reciente declaración del Gobierno de Cantabria de la emergencia climática quedaría en papel mojado de aprobarse el anteproyecto de Ley presentado, al apostar decididamente por la ampliación indiscriminada del suelo urbanizable en toda la región. Una medida que se aleja claramente de una política de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.
SEO/BirdLife solicita que la LOTUCA se convierta en una oportunidad para avanzar hacia un urbanismo menos agresivo y más inclusivo en lo referente a la naturaleza, haciéndose eco de los nuevos tiempos y de las nuevas estrategias y planes europeos de fomento de la infraestructura verde y promoviendo pueblos y ciudades con más biodiversidad.
Por último, insiste en la necesidad de tener aprobado el Plan Regional de Ordenación del Territorio que de base y contenido a la futura Ley del suelo, actualmente en tramitación.