Según una encuesta sobre Juventud y Democracia de la Unión Europea, seis de cada diez ciudadanos jóvenes de la UE (64 %) expresan su intención de votar en las próximas elecciones europeas.

El próximo 9 de junio se decide en Europa qué políticas se desarrollarán en la próxima legislatura y de ellas dependerán las medidas para atajar la actual crisis ecológica y social. Ponemos sobre la mesa que la situación de emergencia climática y pérdida de biodiversidad debe estar en cualquier opción política que salga tras las elecciones europeas.

Destacamos que las evidencias sobran. Son más que suficientes los informes científicos que alertan sobre las consecuencias del cambio climático; y de como la pérdida de calidad de vida de los ecosistemas revierte en una grave disminución de los servicios ecosistémicos que ofrece la naturaleza y que permiten que los seres humanos vivan con garantías de salud.

“Sobran evidencias científicas. No podemos mirar hacia otro lado. El domingo 9J nos jugamos una nueva legislatura en Europa, que marcará la ruta de las políticas agrarias, pesqueras, de descarbonización de la economía, de la lucha contra el cambio climático o de la restauración de la naturaleza”, apunta Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. Y añade: nuestra calidad de vida y la supervivencia en un entorno seguro con alimentos saludables, en un ambiente respirable y con recursos suficientes está en juego. La naturaleza debería estar en cualquier opción política. En todo caso, la ciudadanía tiene la última palabra a la hora de votar. No habrá justicia social sin justicia ambiental. Vota y decide».

En este contexto, ponemos el foco en la juventud como impulsor del cambio hacia una Europa más verde y más justa socialmente. Según una encuesta sobre Juventud y Democracia de la Unión Europea, más de seis de cada diez (64%) jóvenes ciudadanos de la UE expresan su intención de votar en las próximas elecciones europeas.

Otros análisis, por ejemplo, el que se desarrolló durante las elecciones del Brexit, demostraron que un aumento de un 10% en el voto juvenil podía haber cambiado el resultado de las elecciones. Es una certeza que los jóvenes defienden ideas y valores diferentes de otros segmentos de edad de la sociedad y que estas están subestimadas por su menor participación en las votaciones.

De hecho, el Flash Eurobarometer 545, confirma que el 70% de los jóvenes están de acuerdo en que tendrían en cuenta la política medioambiental de un partido antes de decidir su voto. Este mismo informe concluye que aproximadamente tres cuartas partes de los encuestados (76%) están «de acuerdo» o «tienden a estar de acuerdo» con la afirmación «Intento adaptar mi estilo de vida para minimizar mi impacto en el medio ambiente». Algo más de siete de cada diez encuestados (72%), en total, están de acuerdo en que han aprendido a cuidar el medio ambiente durante su educación y formación y alrededor de dos tercios de los encuestados (66%) están de acuerdo en que desempeñar un trabajo que contribuya a mejorar el medio ambiente es importante para ellos personalmente.

 

Por lo tanto, un aumento en la participación de los jóvenes en las votaciones podría favorecer políticas más modernas y ambientales en la Unión Europea. Una fuerte participación de los jóvenes obligaría a los partidos políticos y, por lo tanto, a las administraciones, a incorporar más medidas defendidas por este sector de la sociedad. El estudio de «Rompe el cristal», realizado por el Consejo de la Juventud, muestra que seis de cada diez jóvenes no se sienten representados en el sistema político español y según el CIS los electores jóvenes son los que presentan una participación más baja. Por ello, instamos a las instituciones a involucrar a los jóvenes en los procesos electorales para asegurar que sus intereses estén representados y para fomentar una mayor participación cívica en el futuro.

La voz de la juventud

Somos la primera ONG ambiental con una Junta Directiva Infantil y Juvenil, que representa a los socios menores de 25 años de la organización.

Su presidente, Alejandro Quecedo, afirma que “»La ciencia nos ha dado un mandato claro: es urgente descarbonizar, frenar la pérdida de biodiversidad y aumentar la resiliencia de nuestros sistemas socio ecológicos. No podemos esperar. Es urgente actuar. Y en este 9 de junio tenemos la responsabilidad de transformar este mandato científico en un mandato político”.

 

Europa ha sido históricamente un motor de cambio positivo en la agenda ambiental global. Desde la protección de la biodiversidad hasta la lucha contra el cambio climático, las políticas de la Unión Europea han sido esenciales para avanzar hacia un futuro sostenible. De hecho, la normativa ambiental española deriva en un 95% de la normativa europea. Sin embargo, existen muchos desafíos por delante. La próxima legislatura del Parlamento Europeo será determinante para abordar cuestiones cruciales que afectarán directamente a la salud de nuestra naturaleza y de las personas.

 

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