Estimados miembros del Gobierno de España,

Los gorriones comunes nos ponemos en contacto con ustedes, para mostrarles nuestra preocupación. Nos hubiera gustado hacerlo en 2016, cuando fuimos declarados Ave del Año por SEO/BirdLife, pero el gobierno estaba en funciones y, lamentablemente, no fue posible mantener una reunión formal.

Como presentación bastará decir que somos un pequeño y humilde pájaro común, hasta ahora muy abundante en nuestras ciudades. Las aves silvestres más ligadas al hombre que, a pesar de ello, o justo por ello, estamos sufriendo un serio declive.

En nuestra humilde opinión, como comunes gorriones, nuestro declive es una señal de que la sociedad en su conjunto está en riesgo.

Quizás consideren que, siendo pájaros, no somos interlocutores válidos pero conviene recordar que a los gorriones siempre se nos ha tenido en alta consideración. Nuestra capacidad de influencia se remonta a los celtas que nos consideraban una de sus aves sagradas. Ya entonces estaban convencidos de que nuestra presencia era un augurio de prosperidad. Los romanos nos asociaron a divinidades protectoras del hogar.

En justa correspondencia a la relación de convivencia hombre-gorrión, avalada a lo largo de la historia de la humanidad, nos sentimos en la obligación de prevenirles. En nuestra humilde opinión, como comunes gorriones, nuestro declive es una señal de que la sociedad en su conjunto está en riesgo.

Estimados miembros del Gobierno, todas y todos: ustedes, los españoles y nosotros, los gorriones, tenemos derecho a vivir y, por qué no, incluso a vivir mejor. Y el medio ambiente forma parte de su solución y de la nuestra.

De ahí que, tras intensos debates entre las comunidades de gorriones del campo y de la ciudad, y de revisar la situación, no menos alarmante, de la comunidad internacional de gorriones, a continuación subrayemos algunas medidas apremiantes en la XII Legislatura de nuestra democracia:

Excmo. Sr. ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, atienda los asuntos planetarios de mayor trascendencia: la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Coopere con todas las especies de la tierra (incluidos nosotros, claro).
Excmo. Sr. ministro de Justicia, la mayor injusticia es no poder defenderse. Urge que las ONG ambientales puedan darnos voz y defendernos gratuitamente a gorriones, tórtolas, dehesas, prados o humedales.

Excma. Sra. ministra de Defensa, preocúpese. Hasta el Pentágono reconoce que los problemas ambientales son un problema de seguridad mundial. Muchos conflictos bélicos tienen su origen en problemas ambientales. Sin calidad ambiental estamos indefensos.

Excmo. Sr. ministro de Hacienda y Función Pública, haga números, los responsables de nuestro declive deberían pagar por ello. No espere más a implementar una justa fiscalidad verde. Aquellos que nos cuidan deberían tener ventajas.

Excmo. Sr. ministro del Interior, persiga a quienes nos esquilman. Garantice nuestra seguridad. Nosotros también somos parte del país.
Excmo. Sr. ministro de Fomento, no más cemento sin conocimiento. Fomente edificios eficientes y sostenibles y planifique más naturaleza en las ciudades. Ténganos presentes.

Excmo. Sr. ministro de Educación, Cultura y Deporte, nuestro futuro depende de una educación más ambiental dentro y fuera de las aulas. Perder gorriones es perder parte de nuestros valores culturales.

Excma. Sra. ministra de Empleo y Seguridad Social, ¡qué bien nos vendría a gorriones y españoles el fomento decidido del empleo verde en España! Energías renovables, restauración de zonas naturales…

Excmo. Sr. ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, democratice el sol y acabe con el uso de combustibles fósiles. El ambiente es irrespirable no sólo para gorriones y los turistas de naturaleza no vendrán si no estamos.

Excmo. Sra. ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Somos de su competencia directa. Defiéndanos con valentía y exija al resto del equipo del Ejecutivo coherencia para salvarnos. Ayúdenos a devolver gente al campo y naturaleza a la ciudad.
Excmo. Sr. ministro de Economía, Industria y Competitividad, olvídese un poco del PIB. Nuestra desaparición está empobreciendo al país. Avance para que nuestra presencia cuente y añada valor a nuestras cuentas.

Excma. Sra. ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el déficit de gorriones y de naturaleza es uno de los problemas de la sociedad moderna que afecta a niños, adultos y ancianos (falta de atención, estrés o problemas respiratorios). Nuestra presencia previene y alivia muchos problemas de salud, y somos un buen aliado de inserción social y fomento de la igualdad.

Excmos. Sres. presidente y vicepresidenta del Gobierno de España piensen en el contenido de esta carta. Nuestra desaparición tendrá graves consecuencias. Palabra de Gorrión. Siempre nos hemos adaptado a sus formas de vida y conformado con sus migajas. No tenemos grandes necesidades, pero el entorno es invivible. Sufrimos el abandono del campo y el deterioro de las ciudades. Deben hacer algo. Si un país pierde gorriones no va bien.

Hace solo un siglo, en 1958, los chinos – a instancias de Mao Zedong- exterminaron a casi 2.000 millones de gorriones para mejorar sus cosechas. Las consecuencias fueron nefastas. Nuestra ausencia desequilibró los campos de cultivo y las cosechas fracasaron. La hambruna se cobró la vida de, al menos, diez millones de personas. China tuvo que adquirir gorriones de la comunidad internacional. Ahora nos protege y valora.

Disculpen la vehemencia, pero estamos desapareciendo. Sólo en 2016, hemos perdido a 12 millones de los nuestros. Tampoco ustedes, los políticos, ni la sociedad a la que representan pasan por su mejor momento.

No comeremos de su mano, porque valoramos la libertad y huimos de la vida domesticada, pero hemos sido leales compañeros de viaje desde las primeras civilizaciones.

A la espera de su pronta respuesta, se despide, amablemente, un GORRIÓN que solo pretende seguir siendo COMÚN, que ustedes los políticos estén mejor vistos y que los españoles, que así lo merecen, vivan mejor.

Yo, un Gorrión Común

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