Urogallo común
Tetrao urogallus
El urogallo, ave de aspecto imponente y de llamativo comportamiento nupcial, representa uno de los emblemas de conservación de los bosques de montaña. Especie ligada a la taiga boreal de coníferas de toda Eurasia, donde aún es abundante, mantiene a duras penas dos razas singulares en la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Menos de 1.500 ejemplares sobreviven en España, donde ha experimentado uno de los más acusados declives de entre todas nuestras aves, sobre todo en el área cantábrica, donde se considera que la población está en el umbral de un proceso regresivo que podría abocarla a la extinción.
CAT / Gall fer comú
GAL / Pita do monte
EUS / Basoilarra
ENG / Western Capercaillie
La especie se está enfrentando a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
Escucha su canto:
Urogallo común
Tetrao urogallus
Información
Galliformes
Phasianidae
55-90 cm
70-125 cm
Identificación
Se trata de un ave forestal de hábitos terrestres, inconfundible por su corpulencia y su marcado dimorfismo sexual.
El macho exhibe un plumaje dominado por el color negro pizarra, excepto por una banda pectoral verde oscuro metálico y alas marrones con una mancha blanca en la base. Entre las plumas negras aparecen pequeñas zonas blancas en vientre y cola. Posee pico blanco hueso, barba negra corta, ceja roja muy marcada y patas emplumadas en gris (dibujo 1).
La hembra es muy diferente, un 40% menor en tamaño y con plumaje críptico. Exhibe un patrón general terroso barrado y moteado, más rojizo en cabeza, pecho y cola, y más blanco en cuello, vientre y obispillo, con las alas pardas (dibujo 2).
Los jóvenes son iguales que los adultos de cada sexo.
Resulta difícil de observar debido a su discreto carácter, por lo que su detección es más sencilla por la localización de sus características huellas y excrementos. Cuando se tiene la fortuna de hallarlo, su presencia resulta espectacular, sobre todo en el momento de arrancar en vuelo.
Canto
Es una especie silenciosa casi todo el año. En cortejo, el macho emite un canto estereotipado de bajo volumen que consta de una serie de chasquidos, tac, seguida por una estrofa de tres partes: un “redoble” o “tableteo”, un brusco “taponazo” y una sucesión larga de jadeos (“seguidilla” o “refilo”).
Dónde vive
En el mundo
El urogallo se extiende de forma continua desde Escandinavia y este de Europa, a través de Rusia y Siberia, hasta Mongolia. En el pasado ocupaba casi toda Europa, pero ahora se presenta en núcleos separados, sobre todo en montañas (Alpes, Cárpatos, Balcanes, Pirineos, Cordillera Cantábrica, etc.). Fue reintroducido con éxito en Escocia en el siglo XIX.
Se reconocen 12 subespecies agrupadas en dos linajes genéticos: el europeo (Balcanes, Pirineos y Cordillera Cantábrica), que se refugió en las montañas meridionales en época glaciar, y el asiático, que tras las glaciaciones se extendió por el resto de Europa.
En España
Endémica de la Cordillera Cantábrica, la raza cantabricus también poblaba en el siglo XIX el norte del Sistema Ibérico y los montes entre Portugal, Zamora y León. Hoy día se localiza entre Asturias y León, donde está a punto de fragmentarse en dos núcleos, con presencia residual en Cantabria y extinción reciente en Palencia y Galicia.
La raza aquitanicus es propia de los Pirineos, con una amplia representación en la vertiente norte y dos núcleos en la sur: uno mínimo en Navarra y oeste de Huesca y otro más importante y continuo que se extiende desde el este de Huesca a Gerona, con las poblaciones más importantes en Lérida.
Actualmente, se considera que ambas razas españolas, más pequeñas y oscuras que otras del resto de su área de distribución, son muy próximas genéticamente y forman una unidad evolutiva diferente.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del urogallo común en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Invernada fuerte
Invernada floja
Estival
Residente
Desplazamientos
La especie es residente y solamente realiza movimientos de muy corto alcance.
Población
Según la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población europea de Urogallo se sitúa entre 1,6 y 3,4 millones de ejemplares.
El III Atlas de las aves en época de reproducción en España apunta que desde las primeras estimas de la población (1970-1980) hasta llegar a la exigua población actual se ha producido un grave declive poblacional. De acuerdo con los últimos censos conocidos, la población global de urogallos en España se estima en unos 700 individuos: 292 ejemplares en la población cantábrica y 404 ejemplares en la población pirenaica.
Cómo vive
Hábitat
El urogallo es una especie propia de la taiga boreal, muy ligada a bosques de coníferas (sobre todo de pino silvestre), maduros, poco densos y con buena cobertura arbustiva. No obstante, la singular población cantábrica se ha refugiado en bosques maduros de hoja caduca, en especial hayedos, aunque también en robledales, abedulares y algún pinar de repoblación. En los Pirineos, utiliza en la vertiente norte un hábitat similar de hayedos y hayedo-abetales, pero en la sur ocupa pinares de pino negro y, en menor medida, de pino silvestre.
En altitud frecuenta bosques elevados, normalmente entre los 1.200 metros y los 1.600 metros en la Cordillera Cantábrica y entre los 1.700 metros y los 2.000 metros en los Pirineos.
Alimentación
La dieta invernal, exclusivamente vegetariana, se basa en acículas de coníferas, excepto en los bosques caducos, donde consume hojas de acebo y brotes de abedul, brezo, helecho y haya. Estos alimentos son muy poco nutritivos en época adversa, lo que obliga a los urogallos a permanecer inactivos gran parte del tiempo para no consumir energía. El resto del año se alimenta sobre todo de hojas, brotes y frutos de arándano, planta que además proporciona cobijo y orugas a los pollos, de dieta insectívora. La relación entre el urogallo y el arándano es muy estrecha y sus distribuciones son casi coincidentes, por lo que resultan excepciones notables algunas poblaciones catalanas donde no existe el arándano. Otras plantas de interés en su dieta son el enebro, la gayuba, la zarzamora, el boj y el rododendro.
Reproducción
El periodo de cría de esta especie polígama se extiende de marzo a septiembre. Entre marzo y junio, los machos ocupan las zonas de exhibición, denominadas cantaderos, donde se afanan por atraer el mayor número posible de hembras mediante cantos y pavoneos desde el suelo o las ramas. Durante el cortejo, el macho se exhibe con la cola desplegada, la cabeza levantada, el cuello hinchado, la barba erizada y las alas caídas.
Las hembras visitan durante algunos días de abril o mayo los cantaderos, con objeto de seleccionar un macho. A partir de ahí, toda la crianza es tarea exclusiva de la hembra. Ella construye un sencillo nido en una depresión somera del suelo, en la espesura del sotobosque, a menudo junto a un árbol, y lo tapiza con vegetación y plumas. Allí deposita entre 6 y 10 huevos amarillentos con algunas rayas oscuras, de los que, tras una incubación de 26 días, nacen los pollos nidífugos y miméticos.
Al igual que en otras galliformes, los pollos son muy precoces y al poco de nacer siguen a la madre y comen por sí solos, volando con torpeza a las dos o tres semanas y con presteza a los dos meses. Hasta el otoño acompañan a sus progenitoras, por lo que el final del verano es la mejor época para determinar el número de pollos que salen adelante, una cifra muy variable cada año, con valores recientes en España entre 0,14 y 2,25 ejemplares.
Las jóvenes hembras ya serán capaces de criar a la primavera siguiente, pero los machos deberán esperar hasta su tercer año. En condiciones normales, se
calcula una supervivencia adulta del 60%, con machos que han alcanzado los 14 años de edad en la naturaleza y los 18 años en cautividad.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
La especie se está enfrentando a un riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
La especie aparece en El Libro Rojo de Aves de España 2021 con la categoría EN – En Peligro de Extinción, mientras que el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas trata al urogallo cantábrico (subespecie cantabricus) de EN – En Peligro de Extinción y al pirenaico (subespecie aquitanicus) de VU – Vulnerable.
El urogallo común es una especie gravemente amenazada en España. La población cantábrica se ha dividido en dos núcleos. Por su parte, la población pirenaica, aunque cuenta con un mayor número de individuos, presenta una distribución cada vez más fragmentada. El Libro Rojo cita múltiples estudios a nivel local sobre diferentes poblaciones de Urogallo realizados en los últimos años. Los resultados se pueden resumir en que tanto la población cantábrica como la pirenaica han sufrido descensos de más del 50 % en los últimos 20 años.
El urogallo se ve seriamente afectado por las alteraciones que el ser humano provoca en su hábitat. La fragmentación forestal lo obliga a visitar áreas abiertas, donde es objeto de una mayor depredación (requiere unas 500 hectáreas de bosque, cuando muchos de los actuales no superan las 200 hectáreas). El abandono del medio rural y la mala gestión forestal favorecen el cerramiento del bosque, menos apto para el urogallo y un aumento de los incendios. El invierno es otra época crucial ya que tiene que subsistir con una dieta muy pobre. Se ha descrito cierta correlación entre la escasez del urogallo y la expansión del ciervo y del jabalí, que reducen el alimento disponible para el urogallo, en especial el arándano. En las últimas décadas se ha producido un aumento en el número de depredadores oportunistas (zorros, mustélidos, jabalíes, córvidos), que atacan sobre todo nidos y pollos. Otro problema conocido son los choques fatales con cercas ganaderas o cinegéticas. Aunque la caza del urogallo está prohibida, el furtivismo sigue existiendo. Asimismo, la caza de otras especies en lugares favorables para el urogallo y en invierno, la época más crítica, le ocasiona interferencias y desplazamientos. Otros problemas son las molestias en los cantaderos en época de celo por presuntos amantes de las aves, el turismo de montaña (en especial el esquí de fondo), la minería a cielo abierto y el calentamiento global.
Las principales medidas que se proponen para mitigar las dificultades ocasionadas al urogallo se resumen en actuaciones de gestión forestal como prohibir la explotaciones basadas en especies exóticas; actuaciones en actividades agroganaderas como substituir vallados peligrosos o restaurar la cubierta vegetal arbórea y arbustiva castigada por el sobrepastoreo; actuaciones en actividades cinegéticas como la prohibición de caza en las zonas de invernada y en la época reproductora; actuaciones sobre infraestructuras como el soterramiento o desvío de tendidos eléctricos y telefónicos, prohibir la implantación de centrales eólicas o estaciones de esquí en las zonas de presencia actual; actuaciones sobre actividades humanas que causan molestias como regular la circulación a motor por pistas forestales, el senderismo, cicloturismo o carreras de montaña en zonas habitadas por el urogallo.
Especies similares
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