Lechuza común
Tyto alba
Protagonista de escabrosas historias que la relacionan con la muerte y el mundo de las tinieblas, la estilizada y beneficiosa lechuza común es un eficaz depredador de roedores y pequeñas aves que siente especial predilección por instalarse en la vecindad del hombre, donde ocupa desvanes, ruinas, iglesias y viejas buhardillas. Ave cosmopolita y de dieta poco especializada, esta rapaz nocturna, antes frecuente, está disminuyendo a causa de las actuaciones humanas.
CAT / Òliba comuna
GAL / Curuxa común
EUS / Hontz zuria
ENG / Western Barn Owl
Especie que una vez evaluada, casi cumple los criterios para ser clasificada en una categoría con mayor grado de amenaza y debido a su tendencia, posiblemente los cumpla en un futuro próximo.
Escucha su canto:
Lechuza común
Tyto alba
Información
Strigiformes
Tytonidae
33-39 cm
80-95 cm
Identificación
La lechuza común, único representante de la familia Tytonidae en territorio europeo, es una rapaz de tamaño medio, aspecto esbelto, largas patas y voluminosa cabeza, que luce un contrastado plumaje en el que predominan los tonos leonados y dorados en el dorso y el blanco puro (incluso ligeramente plateado) en las zonas ventrales. Las plumas dorsales y la parte superior de las alas y la cola aparecen finamente vermiculadas por sutiles punteados de color negro, gris y blancuzco, en tanto que las regiones ventrales pueden mostrar un moteado variable (dibujo 1). En el rostro, inconfundible por su forma de corazón, destacan los ojos intensamente negros y el prominente pico de color claro (dibujo 2).
Los jóvenes poseen un plumaje muy similar al de los adultos, de los que se diferencian por sutiles detalles, difíciles de distinguir en el campo.
El vuelo de esta rapaz nocturna, de alas largas y relativamente anchas, es elegante, silencioso y ágil gracias al escaso peso del ave (dibujo 3). No es raro ver a la lechuza cernirse hábilmente sobre un punto, mientras escudriña el terreno en busca de presas.
Canto
Las lechuzas manifiestan una gran variedad de vocalizaciones, a menudo chirriantes y estridentes, si bien el sonido más comúnmente escuchado es un siseo muy sonoro y metálico, que aumenta progresivamente en volumen y tono a medida que el ave lo emite. La hembra suele lanzar un chirrido más ronco y grave, algo ronroneante y repetitivo.
Dónde vive
En el mundo
La lechuza común, prácticamente cosmopolita, se extiende por casi todo el mundo y solamente falta en las regiones más frías o en las excesivamente áridas. En Europa se distribuye por buena parte del continente y por las principales islas, a excepción de la península Escandinava e Islandia. No obstante, sus densidades son muy desiguales, y aparece en algunas regiones de manera bastante regular o en escaso número en otras.
Se han descrito hasta 30 subespecies.
En España
Es un ave bastante bien repartida por el conjunto del territorio español, aunque aparece de forma escasa en algunas regiones particularmente montañosas o en el sureste árido. En nuestro territorio se pueden encontrar hasta tres subespecies: alba, que ocupa toda la Península, Baleares, los enclaves norteafricanos y las islas Canarias centrales y occidentales; gracilirostris, endemismo presente en Fuerteventura, Lanzarote, La Graciosa y Alegranza; y, por último, guttata, antes considerada como invernante y que también se reproduce en la península ibérica.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la lechuza común en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Invernada fuerte
Invernada floja
Estival
Residente
Desplazamientos
Las poblaciones del occidente europeo son básicamente sedentarias y, a lo sumo, realizan cortos desplazamientos. Las lechuzas de áreas más norteñas, en cambio, pueden recorrer mayores distancias, y cada invierno llegan individuos del centro y este de Europa.
Se han comprobado movimientos de hasta 300 kilómetros, al parecer en respuesta a la disponibilidad de alimento, por parte de jóvenes en dispersión.
Población
En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 164.000 y 356.000 ejemplares maduros, con tendencia decreciente.
La tendencia de población de la lechuza común es negativa, según los resultados del programa Noctua (seguimiento de aves nocturnas). Si bien no hay estimaciones poblacionales concretas, se calcula un declive de la población de un 35% entre 2006 y 2018. La modificación de usos agrarios en favor de monocultivos, la utilización de plaguicidas que reducen el número de potenciales presas y causan envenenamientos indirectos y la reducción de espacios de nidificación parecen ser algunas de las causas de este descenso en el número de ejemplares.
Cómo vive
Hábitat
La lechuza común es un habitante característico de los paisajes abiertos o semiarbolados, capaz de instalarse gustosamente en una gran variedad de hábitats, desde áreas esteparias a dehesas, además de humedales, zonas suburbanas y campiñas arboladas. Evita, en cambio, los bosques muy densos, así como las zonas muy montañosas, donde no aparece o escasea notablemente por encima de los 800-1.000 metros.
Alimentación
Como depredadora generalista, su dieta se compone de una amplia variedad de la fauna local, si bien muestra una marcada preferencia por los micromamíferos, como ratones de campo, ratas, topillos y musarañas (dibujo 4). Captura con frecuencia pequeñas aves, sobre todo en los dormideros, así como grandes insectos, anfibios y reptiles.
Una particularidad de la especie es su elevada tasa metabólica, que la obliga a ingerir grandes cantidades de alimento, muy superiores a las que requieren otros depredadores alados de similar tamaño.
Reproducción
Su largo periodo reproductor se prolonga, normalmente, de marzo a octubre, aunque se ha documentado la existencia de nidadas en todos los meses del año. Esta peculiaridad se debe, en gran medida, a la marcada tendencia de esta rapaz a instalarse en la vecindad del hombre, generalmente en emplazamientos muy resguardados, como desvanes, graneros, cámaras de aire, almacenes, etc., aunque también son muchas las lechuzas que ocupan cantiles rocosos, canteras y árboles huecos.
El nido, como es costumbre habitual entre las rapaces nocturnas, carece de estructura alguna y puede ubicarse directamente sobre el suelo, aunque prefieren situarlo sobre alguna repisa o montículo. La puesta consta de cuatro a siete huevos incubados por la hembra durante 30 o 31 días a partir del primero. Si las condiciones lo permiten y las presas abundan, las lechuzas pueden realizar una segunda puesta. Son habituales, igualmente, las puestas de reposición en caso de pérdida de la nidada.
Los pollos nacen de manera asincrónica y establecen pronto una jerarquía a la hora de acceder al alimento (dibujo 5), que puede suponer la muerte de los más pequeños de la pollada. Las cebas suelen realizarlas ambos progenitores, aunque el macho, habitualmente, se limita a aportar las presas a la hembra para que esta las despedace y alimente a las crías. Las jóvenes lechuzas vuelan con 50-55 días de vida, aunque no serán independientes hasta 3-5 semanas después.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie que una vez evaluada, casi cumple los criterios para ser clasificada en una categoría con mayor grado de amenaza y debido a su tendencia, posiblemente los cumpla en un futuro próximo.
La lechuza común está incluida como especie Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de NT – Casi Amenazado.
También figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, así como en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en el caso de la subespecie canaria, con la categoría VU – Vulnerable.
Hasta hace relativamente poco tiempo, la lechuza era un habitante de todos los núcleos rurales, de los cortijos y caseríos dispersos e incluso de las
ciudades, donde se establecía en las áreas periféricas, en arrabales y camposantos. Sin embargo, en las últimas décadas, el estridente grito de esta rapaz nocturna ha dejado de oírse en muchos lugares como consecuencia de su alarmante proceso de desaparición.
Las poblaciones de lechuza siempre han estado sujetas a grandes fluctuaciones relacionadas con los ciclos de escasez y abundancia de sus presas habituales, un fenómeno que el ave afrontaba con su notable productividad de pollos en años favorables. Sin embargo, las radicales transformaciones introducidas por el hombre en el ámbito rural (cambios de cultivos, concentraciones parcelarias, etc.), el empleo masivo de pesticidas y rodenticidas y la pérdida de enclaves de nidificación a consecuencia de obras y remodelaciones están ocasionando su declive. Por añadidura, se trata de una especie que sufre frecuentes atropellos, que causan miles de bajas todos los años, sobre todo entre los jóvenes en dispersión.
La subespecie del oriente canario, gracilirostris, se ve afectada por los mismos problemas que las lechuzas continentales, a los que se suman, además, la fragmentación de su hábitat y lo exiguo de sus poblaciones.
Especies similares
No hay especies similares disponibles.