Se reproduce en la tundra ártica, pastizales salpicados de pequeños arbustos, áreas pantanosas y márgenes de masas de agua.
En invierno también en campos de cultivo y pastos ocupados por ganado.

Se alimenta de invertebrados terrestres y acuáticos, principalmente insectos voladores, sobre todo dípteros, himenópteros y tricópteros.

Anida en el suelo, al abrigo de un arbusto o herbácea persistente. Reviste el nido con hierbas, plumas y pelos. La puesta habitual es de 5 huevos, incubados mayoritariamente por la hembra, que eclosionan a los 11-12 días. Los pollos abandonan el nidos a los 12-13 días.

La lavandera de Chukotka se reproduce en la tundra ártica desde Alaska hasta el este de Rusia.
Para invernar se desplaza al sudeste asiático, alcanzando incluso la costa noroccidental de Australia.

En noviembre de 2018 se homologó por primera vez una observación de lavandera de Chukotka, hasta poco tiempo antes considerada subespecie de lavandera boyera. Fue en El Prat de LLobregat, Barcelona, un ejemplar de primer invierno.

En 2019, también en noviembre, se homologó la cita de otro ejemplar, un macho de primer invierno, en Jandía, Fuerteventura, que se observó hasta marzo de 2020.

En diciembre de 2022 se observó otro ejemplar de primer invierno en Sant Jaume d’Enveja, Tarragona, que se continuó observando hasta enero de 2023.

En enero de 2023, se homologó la observación de otro ejemplar adulto en Banyoles, Girona, gracias a la grabación del distintivo reclamo.

También en enero de 2023 se homologó la cita de otro ejemplar de primer invierno, en Marbella, Málaga. Posteriormente se anilló y continuó observándose hasta marzo.

Dado el aumento de observaciones en toda Europa y la similitud con lavandera boyera, el Comité de Rarezas recomienda que se realicen grabaciones del conspicuo reclamo, así como prestar especial atención a las supuestas boyeras de primer invierno completamente grises y con una uña trasera especialmente larga.