Focha común
Fulica atra
La focha común es uno de los más frecuentes y extendidos miembros de la familia de los rálidos, ya que aparece en abundancia en numerosos humedales europeos, a condición de que cuenten con aguas algo profundas, tranquilas y abundante vegetación palustre y sumergida. Ave de tendencias omnívoras (aunque, en general, mayoritariamente vegetariana), la focha común es un ave muy prolífica que genera anualmente puestas numerosas y repetidas, quizá como un mecanismo para contrarrestar la intensa predación que sufre.
CAT / Fotja comuna
GAL / Galo de auga común
EUS / Kopetazuri arrunta
ENG / Eurasian Coot
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
Escucha su canto:
Focha común
Fulica atra
Información
Gruiformes
Rallidae
36-38 cm
70-80 cm
Identificación
Este rálido robusto y de buen tamaño se caracteriza por presentar un plumaje prácticamente negro, a excepción de los flancos y las zonas inferiores, que adquieren un cierto tono grisáceo, y las puntas de las rémiges secundarias, que son blancas (dibujo 1). El aspecto más llamativo de la anatomía de esta especie es la posesión de un escudete frontal blanco que se estrecha hacia la base del pico, también de color blanco (dibujo 2).
Fuera del agua es posible observar los peculiares dedos de la focha común, largos y festoneados por amplios lóbulos redondeados, diseñados para facilitar el avance del ave cuando nada.
Los ejemplares jóvenes son bastante diferentes a los adultos, pues lucen una librea parduzca con matices grisáceos, que se aclara en la garganta y la cara. En ellos, el escudete es muy reducido y presenta una coloración ocrácea (dibujo 3).
Canto
Es un ave bastante ruidosa que emite diferentes vocalizaciones, en especial un quiuc alto y breve; también produce varios gritos disilábicos, y un agudo y explosivo squic.
Dónde vive
En el mundo
La focha común es una especie ampliamente distribuida, que puede observarse desde el norte de África hasta Extremo Oriente. En Europa se reparte de forma homogénea por todos los enclaves apropiados, incluso en los países escandinavos.
Se han descrito varias subespecies.
En España
La focha se distribuye por humedales de toda la Península, Canarias y Baleares, ausentándose de Ceuta y Melilla. Es menos frecuente en Galicia, Asturias y Cantabria.
En nuestro territorio encontramos la subespecie atra.
Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha de la focha común en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Más información
Consulta el siguiente enlace para ampliar la información sobre esta especie.
Invernada fuerte
Invernada floja
Estival
Residente
Desplazamientos
Se comporta como migradora parcial, ya que los individuos del centro y sur de Europa se muestran sedentarios, si bien suelen realizar movimientos de cierto alcance ante condiciones meteorológicas adversas o debido a la escasez de alimento. Las poblaciones del norte del continente, sin embargo, se distribuyen por regiones más sureñas durante la estación desfavorable, de manera que algunas de estas aves recalan en los humedales españoles de las marismas del Guadalquivir, delta del Ebro y el Hondo, principalmente e, incluso, llegan a cruzar al norte de África.
Las fochas residentes en nuestros humedales son básicamente sedentarias, a pesar de lo cual resultan habituales los movimientos dispersivos después de la reproducción, así como las fugas a consecuencia de las sequías, que obligan a las aves a buscar humedales con niveles hídricos aceptables.
Población
En la Lista Roja Europea de Aves 2021 la población reproductora europea se estima entre 2.030.000 y 3.360.000 ejemplares maduros, con tendencia decreciente.
La población europea de focha común se calculó en 50.200-112.500 aves en el último censo realizado en 2007. Este número varía anualmente a consecuencia de la irregularidad en la dinámica hídrica de nuestros principales humedales. Al igual que en el resto del continente, la población de focha común parece encontrarse en una ligera tendencia regresiva.
Cómo vive
Hábitat
La focha común, de carácter bastante acomodaticio, no es una especie particularmente exigente en la selección del hábitat, razón por la cual se establece en una gran variedad de humedales, tanto naturales como artificiales, desde lagunas salobres hasta marismas, además de embalses, ríos y lagos de montaña.
No obstante, suele decantarse por lugares con aguas libres y tranquilas de relativa profundidad y escasa corriente, donde abunden las orillas fangosas y las densas matas de vegetación palustre, en las que se oculta y nidifica. Necesita para instalarse de la presencia de vegetación sumergida, circunstancia que puede llegar a ser un factor limitante a la hora de la reproducción.
Durante el invierno suele frecuentar hábitats de las mismas características.
Alimentación
En la dieta de este rálido tiene cabida tanto el alimento de origen animal como el de origen vegetal, aunque es el último el que predomina. Consume una gran variedad de plantas, si bien se inclina por brotes, tallos y semillas de plantas acuáticas sumergidas, algas y tallos y rizomas de eneas, carrizos o juncos, que complementa con algún que otro vegetal terrestre, en particular cereales. La componente animal de la dieta se incrementa durante la época de reproducción, sobre todo en la alimentación de los pollos, para la que los adultos aportan moluscos, lombrices, larvas, escarabajos acuáticos y hasta pequeños vertebrados.
Reproducción
La focha común es un ave gregaria que se organiza en nutridos bandos durante el invierno, si bien al dar comienzo la época de reproducción los ejemplares emparejados tienden a abandonar los grupos para instalarse a criar entre la vegetación ribereña. Durante dicho periodo, las fochas se muestran muy territoriales y excluyentes con otros miembros de su especie, por lo que resultan habituales los escarceos y persecuciones que, con frecuencia, acaban en fuertes peleas donde intervienen uno o los dos miembros de la pareja.
El nido consiste en una voluminosa plataforma confeccionada con tallos de plantas acuáticas, que las aves doblan para conseguir una estructura flotante pero firmemente anclada al fondo, ya que los tallos empleados a tal efecto permanecen vivos. Posteriormente, ambos adultos aportan diferentes materiales al nido e incluso llegan a construir una especie de tejado que aísla y camufla la plataforma.
A partir de marzo, las hembras depositan en estos elaborados emplazamientos de 6 a 10 huevos de color grisáceo y finamente manchados, que serán incubados por ambos adultos durante 21-24 días. Los pollos son bastante precoces y abandonan prontamente la plataforma donde nacieron para ir al agua, donde son alimentados por sus progenitores, en cuya compañía permanecen. Cuando cuentan con aproximadamente dos meses de vida, las jóvenes fochas alcanzan su completo desarrollo.
Como consecuencia de las cuantiosas pérdidas que sufren las polladas de focha común a manos de los depredadores, es bastante habitual que estos rálidos efectúen hasta tres puestas anuales.
Meses en los que se puede ver la especie en España
Amenazas y conservación
Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
La focha común está incluida como especie reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC – Preocupación Menor.
No figura en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, y tampoco en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Aunque la especie parece mostrar, en general, un buen estado de conservación, se trata de un ave bastante dependiente de la existencia de humedales con determinadas características ambientales, por lo que los cambios inducidos por el hombre en dichos hábitats pueden afectar localmente a la población. Otro factor que se debe tener en cuenta, al margen de la alteración o desaparición de los humedales, es la influencia de los ciclos de sequía y su incidencia en el número de reproductores existentes en nuestro país. La racionalización de la presión cinegética, por último, es un aspecto que también conviene considerar con objeto de conservar la población española de este rálido.