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Especie abundante y de amplia distribución territorial que, una vez evaluada, se considera fuera de las categorías con mayor grado de amenaza.
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La especie se está enfrentando a un riesgo alto de extinción en estado silvestre.
La espátula común se ha catalogado en el Libro Rojo de las Aves de España en la categoría de Vu – Vulnerable como reproductora, y de LC – Preocupación menor como invernante. Se incluye en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial.
Entre sus principales amenazas destaca la sobreexplotación de las aguas subterráneas en sus principales localizaciones de reproducción, como Doñana. El modelo de gestión del agua es inadecuado para mantener el acuífero que nutre todo el espacio natural y se produce un deterioro de la calidad del hábitat y disminuye la disponibilidad de alimento durante la época reproductora. Si estas amenazas antrópicas directas se acoplan con otras indirectas, como el fenómeno del cambio climático, se amplifican dichos efectos a causa de una mayor frecuencia de condiciones hídricas extremas. La desecación total o parcial de numerosas lagunas cada verano genera fragmentación de hábitat afectando la reproducción y productividad de las aves acuáticas. Otra consecuencia del cambio climático es la subida del nivel de mar y afecta directamente a la supervivencia de colonias reproductoras localizadas en zonas más altas del intermareal, donde los nidos se encuentran muy expuestos a inundaciones. La espátula común es muy sensible a las perturbaciones humanas, como actividades agrícolas, recreativas o eventos multitudinarios que tienen lugar en periodos críticos de su reproducción y en las proximidades de las colonias. Por otro lado, existen amenazas asociadas a la ubicación de los nidos. Por ejemplo, durante las mareas vivas, las marismas del Odiel y las de Santa Cristina han sufrido pérdidas de hasta el 20-50 % de la población nidificante, mientras que, en Doñana, las colonias que se asientan sobre alcornoques centenarios gravemente afectados por excrementos de miles de aves que crían en ellos, suelen morir. Otra amenaza destacada es la contaminación por metales pesados, radioisótopos y plaguicidas, especialmente en las marismas del Odiel, o la eutrofización a consecuencia de la agricultura intensiva que se lleva a cabo en el entorno de los humedales. Los parques eólicos marinos generan un impacto importante en la población europea de esta especie, especialmente aquellos instalados en corredores migratorios hacia el continente africano, como sucede en el golfo de Cádiz. Cabe destacar que, a todas las amenazas citadas previamente se le suma la degradación que vienen sufriendo los ecosistemas acuáticos desde hace más de un siglo, lo que supone un desafío para la reproducción y la invernada tanto de la espátula común como de numerosas especies acuáticas. La inacción de las Administraciones públicas supone un peligro al no aplicar ningún tipo de medidas específicas para su protección.
Entre las actuaciones de conservación propuestas destaca la actualización de su catalogación a nivel estatal y autonómico y la aprobación de los planes de conservación pertinentes. También se deberían realizar acciones de mejora de sus hábitats de nidificación, como un incremento de sustrato arbóreo y la instalación de plataformas flotantes bajos los nidos en las zonas de inundación de fuertes mareas. Se deberían igualmente prohibir las actividades y perturbaciones humanas directas en las cercanías de las colonias durante la época de cría, así como reducir las extracciones de los acuíferos para asegurar la disponibilidad de agua que alimenten las zonas húmedas. Por otro lado, se debería evitar la instalación de parques eólicos marinos en el golfo de Cádiz y analizar el impacto potencial de otros parques eólicos que afecten las rutas migratorias de la espátula común.