Identificación

Similar a los chotacabras europeo y cuellirojo, el también críptico chotacabras egipcio tiene un dorso más pálido, de color arena (dibujo 1)
Otro rasgo distintivo es la casi ausencia de manchas alares blancas en la parte superior, solo visibles con las alas completamente extendidas. En cambio posee unas amplias regiones blancas de la parte inferior de las alas, ausentes en el cuellirrojo y europeo. Esto se debe a que sus primarias externas tienen un extensa área blanca, pero solo en las banderas internas.
Los extremos de las alas son oscuros.
El vientre es muy pálido, también la cola, con vértices blancos en el caso del macho.

Ecología

El chotacabras egipcio se reproduce en hábitats desérticos y semidesérticos, con frecuencia cerca de las escasas fuentes de agua.
En invierno ocupa también áreas con cubierta vegetal dispersa.

Como el resto de chotacabras, se alimenta principalmente de insectos (escarabajos, polillas, dípteros…) que captura en vuelo con su enorme cavidad bucal, ensanchada por las vibrisas que contribuyen a aumentar la superficie de captura. Ocasionalmente también atrapa sus presas en el suelo.

No construye un verdadero nido, realiza la puesta en una pequeña depresión del terreno, rodeada de piedras y material visualmente disruptivo, convenientemente elegida para el perfecto mimetismo tanto de huevos como de pollos y adultos. La puesta es de 1 o 2 huevos, incubados casi en exclusiva por la hembra, durante 17-18 días. Los pollos a los pocos días de la eclosión ya deambulan por el entorno del nido y realizan sus primeros vuelos con unas cuatro semanas.

Distribución en el mundo

Existen dos subespecies, la nominal Caprimulgus aegyptius aegyptius y C. a. saharae, esta última es la observada en España una sola vez.

La subespecie saharae se reproduce en el interior del norte de África: Marruecos, Argelia y Túnez, y ocasionalmente en el noreste de Libia y Egipto.
Inverna en el oeste del Sahel: Mauritania y Mali.

Citas en España

Una cita homologada de chotacabras egipcio, marzo de 2007, en Pájara, Fuerteventura. Se encontró un macho de la subespecie saharae, exhausto, que fue recuperado y liberado al día siguiente, anillado.
Como ocurre con otras aves ocasionales de Canarias, su observación tuvo lugar tras un episodio de fuerte calima, en plena migración prenupcial de la especie.

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