El ánsar indio es originario de Asia, donde se reproduce principalmente en Mongolia, China y el Tíbet, e inverna en el norte del subcontinente indio. Es una especie muy habitual en parques zoológicos, de donde han conseguido escaparse numerosos ejemplares que se reproducen en libertad en bastantes países de Europa. En algunos, como Gran Bretaña, Holanda o Alemania, podría estar ya en camino de constituir poblaciones naturalizadas.

En España, individuos aislados o parejas mayoritariamente acompañan en ocasiones a los ánsares comunes en su migración invernal, limitándose su presencia a puntos concretos de la mitad norte peninsular (lagunas de Boada o La Nava en Palencia, Villafáfila en Zamora), si bien recientemente también han aparecido en la isla de Mallorca y, dentro del archipiélago canario, en las islas de Lanzarote y Tenerife. Este contingente procede en gran medida de poblaciones naturalizadas en otros países de Europa, pero hay sin duda individuos escapados de diferentes focos en España.

Se han confirmado casos aislados de reproducción en Madrid, y su cría es también probable en Palencia.

Para más información sobre su distribución territorial y otros datos de interés, consulta la ficha del ánsar indio en el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.

Es un ave fundamentalmente migradora. Abandona sus cuarteles de cría (situados mayoritariamente en Mongolia y el oeste de China) en octubre para atravesar a gran altitud la cordillera del Himalaya y ocupar el subcontinente indio durante la invernada.

No se recogen datos de población para la especie en la Lista Roja Europea de Aves 2021.

Tampoco el III Atlas de las aves en época de reproducción en España realiza estimación alguna para el número de ánsares indios que migran hasta España, por ser un número muy bajo. Más allá de los casos aislados de reproducción antes mencionados, tampoco se menciona población residente.

El ánsar indio se reproduce en humedales en mesetas de tierras altas, generalmente a 4.000–5.300 m, siempre cerca de zonas montañosas. Pasa el invierno en pantanos, lagos y ríos de tierras bajas.

De hábitos principalmente vegetarianos, consume brotes, tallos y raíces. En invierno incorpora a su dieta cereales y tubérculos, y crustáceos e insectos durante la época de cría.

Entre mayo y junio, la pareja reproductora (o el harén, a veces conformado por varias hembras y un único macho) se instala en algún humedal, preferentemente en entornos rocosos. Anida en colonias a veces muy numerosas.

Construye nidos de vegetación poco profundos, revestidos con plumón, y su puesta consta de entre 4 y 6 huevos. La incubación corre a cargo de la hembra y se prolonga durante 27-30 días. Los pollos, nidífugos, abandonan el nido el segundo día después de la eclosión y se alimentan solos al tercer o cuarto día. En torno a los 60 días ya realizan sus primeros vuelos.

Los grupos familiares permanecen juntos durante la migración de otoño e invierno, pero se desconoce si regresan juntos a las áreas de reproducción en primavera.