Pintoras, ilustradoras, artesanas, ceramistas, fotógrafas, identificadoras de cantos… Todas ellas ligadas a las aves. Todas ellas, pajareras

En el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las traemos a primer plano porque con su trabajo no solo ayudan a difundir el mensaje conservacionista, sino que lo hacen con el arte como principal herramienta, aportando admiración y belleza al mundo ornitológico

Lourdes Berzas, del mural a la pintura corporal

Instagram de Lourdes

Lourdes Berzas junto a uno de sus murales de aves, en Navalcarnero (Madrid)

Un gran mural urbano con vencejos volando en un cielo azul da la bienvenida a todos los que acceden a la sede de SEO/BirdLife en Madrid. El grafitti es obra de la ilustradora Lourdes Berzas, que lleva las aves casi en la sangre, desde edad muy temprana, aunque no fue consciente de ello hasta hace un par de años, quizá porque tenía muy normalizados los comentarios de su abuelo sobre los pájaros que los rodeaban. Pero un día empezó a pajarear por su cuenta y decidió pintarlos. Y la mezcla de ambas cosas le hizo disfrutar más. “Pegada a los prismáticos y a los pinceles, aprendí a diferenciar algunas de las especies, también alguno de sus cantos, en un proceso tan rápido como adictivo”, relata.

Dibujo corporal de un zorzal en la mano de la ilustradora.

Utiliza varios recursos artísticos con el objetivo de cambiar la forma de relacionarnos con la biodiversidad: la ilustración naturalista, los murales infográficos y la pintura corporal. Y así lo explica: “Con la ilustración naturalista trato de representar en acrílico algunas de las especies que suelen quedar eclipsadas por esas otras que son más famosas o más bonitas. Con los murales infográficos busco que las personas de los pueblos y de los centros educativos participen, se manchen las manos, tomen decisiones y conozcan de primera mano la biodiversidad local. Y con la pintura corporal intento traducir lo abstracto de la sexta extinción masiva al arte efímero que, aunque tarde días u horas en pintar, desaparece tan rápido como le cae una gota de agua”.

 

Mónica Díaz, entre las alas y el barro

Instagram de Mónica

Mónica Díaz con una de sus tazas decoradas.

 

Mónica Díaz encontró en las manos y la arcilla sus principales herramientas, y en las aves su inspiración. Por eso su proyecto creativo se llama Alas de Barro. Ya en su niñez conectaba de forma especial con árboles, musgos, flores y pájaros, y en la adolescencia surgió la cerámica. Pero tuvo que dejar un trabajo como informática e irse a vivir al campo para decidirse a unir ambas pasiones, previo aprendizaje oficial de técnicas de dibujo y pintura. Tras estrenarse con comederos y bebederos para aves

Carbonero posado en uno de los comederos realizados por la artesana.

que colgaba en su jardín, siguió con fuentes, platos, bandejas, tazas o cuencos, para continuar con bisutería cerámica, donde herrerillos, carboneros, trepadores y muchas otras especies encuentran su hueco. Lo último, el modelado en 3D, y también la impartición de clases como profesora.

 

 

Vive prácticamente dentro de un bosque y cada vez profundiza más en los comportamientos de las aves, que intenta plasmar en su obra. “Mi mayor satisfacción -señala Mónica- es haber convertido mi pasión por la naturaleza en mi medio de vida. Hay que apostar por los ideales porque, como en mi caso con Alas de Barro, pueden hacerse realidad”.

 

María e Irene Antón, hermanas e ilustradoras

Instagram de Irene

Instagram de María

Las hermanas Irene y María Antón

“La pasión por la ilustración a mi hermana pequeña y a mí nos viene de familia”, recuerda María Antón al pensar en su abuelo y en su bisabuelo, dos personas a las que les hubiera gustado dedicarse a la pintura y que por diversas circunstancias de la vida no consiguieron. Hoy en día María, bióloga de SEO/BirdLife en Valencia, y su hermana Irene, ilustradora de profesión, han hecho realidad el sueño de su familia.

María Antón se formó en el terreno audiovisual y posteriormente en el de la biología, dos campos que ha llegado a compaginar, puesto que algunas de las publicaciones dedicadas a su “querido” chorlitejo patinegro, al que dedica la mayor parte de su tiempo trabajando como educadora ambiental, llevan sus ilustraciones para concienciar sobre la conservación de esta escasa especie de las playas y dunas del Mediterráneo.

Ilustraciones realizadas por Irene Antón

Ilustración realizada por María Antón

Irene Antón, por su parte, sí estudió Bellas Artes, y compartir muchos días de pajareo junto a su hermana la llevó a interesarse cada vez más por las aves. De hecho, fue una de las jóvenes `Followers´ que participó en un proyecto de voluntariado de SEO/BirdLife, donde realizó numerosas ilustraciones de las especies más representativas de los humedales.  Puedes ver sus últimas creaciones de diferentes especies aves en la película de animación infantil Momias, que se acaba de estrenar en los cines.

 

 

El aterrizaje congelado de un alca

«El bailarín», de Ana Ochoa, accesit del concurso FotoAves 2022

Con una maravillosa imagen de alca común, titulada El Bailarín, Clara Ochoa conseguía en la pasada edición del concurso FotoAves 2022 un accésit.  Una hermosa imagen que captura el difícil aterrizaje de un alca. Una exposición acertada para salvar los detalles del plumaje tanto en los blancos como en los negros, una velocidad de obturación para mantener la nitidez, y un encuadre tremendamente ajustado pero que logra salvar cada extremidad del ave, dice mucho de la pericia de la autora.

Ella nos cuenta sobre su fotografía que en la isla de Hornoya, en Noruega, anidan unas 80.000 aves cada año. Ver y escuchar a miles de aves sobrevolar esta colonia es un espectáculo único. En abril, las alcas comunes ya habían comenzado el reencuentro con sus parejas de años anteriores, después de pasar el invierno en el mar. “Los aterrizajes de las aves sobre la nieve proporcionaban una bonita composición, que con una velocidad de obturación alta permitió congelar el aterrizaje y preservar los detalles del ave”, reconoce Clara Ochoa.

Música y cantos en las ondas  

Desde el pasado mes de octubre, cada tercer miércoles de mes compartimos en las ondas, a través del programa Longitud de Onda de Radio Clásica de RNE, el canto de numerosas especies como el mirlo, de la mano de Laura Benítez; el cárabo común, con la colaboración de Virginia Escandell; el vencejo, con María José Linares, y la perdiz roja, con Sara Cabezas. A ellas le seguirán en breve el ruiseñor común, con Arantza Leal, o la pardela balear, con Lucía Latorre.

Una colaboración entre SEO/BirdLife y RNE en la que han participado y participarán numerosas ornitólogas de la organización, que dan visibilidad a su trabajo y aportan una nueva mirada a este innovador programa de radio sobre ciencia y música.

 

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