Entidades ecologistas acusan al gobierno catalán de ceder a las presiones de los agricultores al aprobar la utilización del fosfuro de aluminio para el control de las poblaciones de conejo.

Entre los acuerdos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat de Catalunya firmados con el Gremi de Pagesos se encuentra el uso de este plaguicida, sin tener en consideración ni al Departamento de Territorio, responsable de la conservación de la biodiversidad, ni a las organizaciones ambientales.

SEO/BirdLife junto a la Federación EdC, Ipcena, Depana, Trenca y entidades de Lleida anuncian acciones sociales, legales y judiciales para evitar que se apliquen al medio natural plaguicidas como el fosfuro de aluminio debido a sus consecuencias en la destrucción de la biodiversidad y la degradación del medio agrícola y rural. Estas entidades ecologistas han manifestado hoy su rechazo al primer punto del Acuerdo por la Pagesia Catalana presentado el pasado 9 de febrero en lo establecido por la puesta en marcha de un plan para controlar el exceso de población de conejo, durante los meses de febrero y marzo, que contempla la aplicación del fosfuro de aluminio.

“El fosfuro de aluminio es un plaguicida muy peligroso, está prohibido para la utilización doméstica en España y en la mayoría de los países europeos”, recuerdan las organizaciones ambientales recalcando que “está autorizado por los Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Sanidad en condiciones muy controladas, en áreas no agrícolas y por personal profesional especializado, es una sustancia altamente tóxica para el medio ambiente y para el ser humano”.

Según el Acuerdo a finales de febrero se publicarán los resultados del estudio que determinará las zonas y las condiciones en que se podrá aplicar el fosfuro de aluminio. De este modo, en las zonas autorizadas la aplicación será inminente y se repetirán las aplicaciones cada vez que las madrigueras vuelvan a ser habitados. El Acuerdo también apunta que estas medidas se mantendrán hasta que se supere la situación de emergencia cinegética.

Barbechos en los secanos de Belianes (Lleida) © Jordi Prieto-SEO/BirdLife

No obstante, hay que recordar que ya en el 2023, la Fiscalía General de Medio Ambiente ya negó en la Generalitat la autorización del uso de fosfuro de aluminio para combatir la plaga de conejos en las comarcas de la llanura de Lleida, a partir de una denuncia interpuesta por el Partido PACMA, Lex Alma y Fundación Altarriba contra Teresa Jordà, ex consejera de Acción Climática Alimentación y Agenda Rural, y Anna Sanitjas, Directora General de Ecosistemas Forestales, por el uso de fosfuro de aluminio, que provocó que el Estado no autorizara su uso.

Un atentado contra el medio ambiente

Las entidades ecologistas recuerdan que “el uso de venenos en el medio natural constituye un presunto delito ecológico tipificado al Código Penal, puesto que es un método no selectivo que amenaza todo el ecosistema con graves impactos sobre la biodiversidad hecho que desaconseja su uso en la gestión demográfica de cualquier especie de fauna salvaje”.

Su uso provoca la muerte de cualquier animal que entre en contacto con la fosfina, el gas en que se transforma este plaguicida. El uso de este compuesto se realiza enterrándolo a las madrigueras de los conejos que muy a menudo son ocupados por anfibios, reptiles o mamíferos, muchos de ellos especies protegidas que la normativa prohíbe muerte o destrucción de sus hábitats.

Por este motivo, las organizaciones ambientales, anuncian acciones legales. “Si el Departamento de Agricultura no ceja en la aplicación del fosfuro de aluminio, un producto no selectivo, de alta toxicidad, muy peligroso por la fauna protegida y prohibido a buena parte de Europa, emprenderemos las acciones legales para que no se autorice su uso y para que se depuren las responsabilidades a aquellos que lo hayan autorizado”, avanzan.

La naturaleza como solución

Las entidades ecologistas lamentan que en este Acuerdo se retire el proyecto de reintroducción del lince en Cataluña puesto que esta especie basa su alimentación en el conejo y “es un grande regulador de las poblaciones de este pequeño mamífero”. “Este proyecto, además de contribuir en la conservación de especies en peligro de extinción, sería una herramienta útil para conseguir un control natural de los conejos. Tampoco tiene ningún sentido que el zorro, eficaz depredadora de los conejos, siga siendo considerada una especie cinegética que se puede cazar y que, incluso, se den permisos especiales para cazarla en época de veda. Es un gran contrasentido perseguir a las especies predadoras de los conejos y aprobar el uso de venenos prohibidos para controlar estos mismos conejos”, subrayan.

En este sentido, las organizaciones ambientales apuestan por medidas preventivas basadas en la restauración de los hábitats agrarios potenciando su naturalización y los depredadores naturales como el zorro o buena parte de las rapaces. “Hay que aplicar métodos de prevención de daños como alternativa al uso de venenos y aumentar las coberturas de los seguros”, concluyen.

Durante esta mañana, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña, Oscar Ordeig, se ha puesto en contacto con las entidades y se ha comprometido a una organizar un encuentro en la máxima brevedad para tener en cuenta las exigencias ambientales de los  diferentes sectores que participan en el mundo natural.

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