Andalucía incluye a seis aves esteparias en su catálogo de especies amenazadas, entre las que destacan la avutarda, alondra ricotí, el sisón común o el aguilucho cenizo, en riesgo de extinción

Las agroestepas andaluzas están desapareciendo con la transformación acelerada de cultivos cerealistas en monocultivos de leñosos o, últimamente, en suelo industrial para la instalación de grandes plantas fotovoltaicas
SEO/BirdLife y la PCAEH ha solicitado al Defensor del Pueblo que apremie a la Junta de Andalucía a actuar en defensa de este patrimonio natural, cumpliendo así con la normativa comunitaria y con su propio Plan de Recuperación para la conservación de estas especies, vigente desde 2011 y que sigue sin ejecutarse de forma efectiva.

La Plataforma por la Conservación de Aves Esteparias y sus Hábitats en Andalucía (PCAEH) ha acudido al Defensor del Pueblo Andaluz para pedir amparo y protección para las estepas andaluzas y las especies protegidas asociadas a estos hábitats, como pueden ser la alondra ricotí, el cernícalo primilla, el aguilucho cenizo, la avutarda, la ganga ortega o el sisón común, todas ellas en acusado declive poblacional y en riesgo de extinción. Esta agrupación ciudadana, que aglutina a investigadores, ONGs ambientales, gestores ambientales, entre otros, acude a la institución que dirige Jesús Maeztu Gregorio de Tejada ante la ineficacia por parte de la Junta de Andalucía en la aplicación de las leyes de protección ambiental y para proteger este tipo de espacios, cultivos cerealistas con un alto valor ecológico, ya que están desapareciendo de forma acelerada al ser transformados en cultivos leñosos o en suelo industrial para la instalación de grandes plantas fotovoltaicas.

En su escrito, la PCAEH pide al Defensor del Pueblo andaluz que aliente y promueva una acción clara por parte de las administraciones andaluzas para asegurar la protección de las agroestepas y sus especies asociadas. Entre otras cuestiones, la plataforma reclama el cumplimiento, por parte de la Junta de Andalucía, de las Directivas Aves y Hábitat y que tome medidas efectivas para la protección de las poblaciones de aves esteparias en Andalucía. Por ejemplo, evitando la transformación de cultivos o la implantación de parques solares fotovoltaicos en las zonas estratégicas que la propia Junta designó como Zonas de Aplicación del Programa de Actuación del Plan de Recuperación y Conservación de las Aves Esteparias en Andalucía (ZAPRAE), una figura que aún no tiene ninguna validez legal o en aquellas zonas con presencia de alguna de las especies referidas.

De igual modo, la PCAEH insta al Defensor del Pueblo a que apremie al Ejecutivo autonómico a incrementar la protección, en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, de la alondra ricotí (SEO/BirdLife ya solicitó hace algunos meses su declaración “en peligro de extinción”), el sisón común, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, la ganga ibérica y la ganga ortega, e incorporar a esta lista a la carraca europea, así como una mayor representación en este catálogo de especies vegetales y de invertebrados asociados a los ecosistemas agroesteparios.

Además, pide ayuda al Defensor del Pueblo para que se dé cumplimiento al Plan de Recuperación y Conservación de Aves Esteparias de Andalucía, dotándolo de presupuesto suficiente, además de impulsar un Pacto Andaluz por la Conservación de las Aves Esteparias y sus Hábitats.

Por otro lado, la PCAEH estima necesario que el Fondo Andaluz de Garantía Agraria cuente con un presupuesto destinado, única y exclusivamente, a promover buenas prácticas de gestión de la biodiversidad como la rotación de cultivos, mantenimiento de lindes, utilización de cereales de ciclo largo y semillas no tratadas, uso de barbecho semillado y reducir el empleo de agroquímicos, entre otras. Asimismo, considera imprescindible que la nueva PAC promueva la rentabilidad del cereal de secano y tenga en cuenta el valor ambiental de estos cultivos.

“La Junta de Andalucía ha optado por la pasividad, por mirar hacia otro lado, en relación con las estepas cerealistas y sus especies, así como la importante reducción que supondría la pérdida de suelo agrícola que sería transformado en suelo industrial. Es una cuestión que, desde la Plataforma, venimos denunciado reiteradamente y, ante la falta de respuesta por parte de los distintos Ejecutivos andaluces, nos vemos obligados a acudir al Defensor del Pueblo ante lo que estimamos como una incorrecta actuación de la administración pública andaluza que vulnera el derecho a vivir en un medio ambiente sano y bien conservado”, señala el coordinador de PCAEH, Francisco Contreras Parody.

Las agroestepas españolas, y en particular las andaluzas, están en claro proceso de regresión y pérdida de superficie. Desde finales del siglo XX se ha visto agravada por la expansión de los cultivos bajo plásticos, el crecimiento del tejido urbano y sus infraestructuras de comunicación, así como por los planes de agricultura de regadío a gran escala y, en última instancia, el despliegue de plantas de energía renovable, particularmente fotovoltaica, sin contar con la adecuada y preceptiva ordenación y planificación previa para evitar, precisamente, sumar una nueva amenaza a este tipo de espacios.

Pasividad, desde 2011

En 2011, la Junta de Andalucía puso en marcha el mencionado Plan de Recuperación y Conservación de Aves Esteparias con, entre otros objetivos, alcanzar un tamaño de población y un estado de conservación tal que permitiera disminuir la categoría de amenaza que actualmente ostentan estas especies en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas. También se marcó como metas mejorar los hábitats y reducir los factores de amenaza.

“El plan no se está cumpliendo. De las 24 zonas identificadas en el plan como ZAPRAE solo se han protegido legalmente a tres: Alto Guadiato, Campiñas de Sevilla y Lagunas de Campillo. Las estepas están, así, preocupantemente infrarrepresentadas en la red autonómica de espacios protegidos, lo que podría suponer un incumplimiento de la normativa comunitaria, nacional y andaluza en materia de protección de la biodiversidad”, señala Ana Carricondo, coordinadora de conservación de SEO/BirdLife, miembro de la PCAEH.

“Y a esta falta de protección legal se añade una situación tremendamente paradójica: la Junta, que reconoce en su plan que los cambios de uso suponen una amenaza para las estepas, autoriza la transformación de estos espacios, que ha identificado, a cultivo leñosos, regadío o, incluso, suelo industrial, como estamos viendo con el despliegue sin planificación de las renovables en Andalucía”, apunta José Eugenio Gutiérrez, delegado territorial de SEO/BirdLife.

Nuevos pasos atrás

Otra señal preocupante, a juicio de la PCAEH, es que el actual equipo de Gobierno ha dado marcha atrás retirando una guía que había elaborado para orientar sobre la problemática de las estepas a los funcionarios que tramitan el procedimiento de evaluación del impacto ambiental de los proyectos de plantas solares fotovoltaicas presentados ante la administración andaluza. La guía era insuficiente, pero su desaparición agrava la ya preocupante falta de planificación ambiental del despliegue renovable en Andalucía, poniendo en peligro así espacios de alto valor ecológico sobre los que, fundamentalmente, debido al precio bajo del suelo, se están planteando grandes plantas industriales de generación renovable.

 

 

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