La Comisión Europea está preparando una propuesta para el futuro Marco Financiero Plurianual (MFP) previsto para mayo de 2018. Hoy, viernes 23 de febrero, los jefes de Estado de los países miembro, se reúnen en Bruselas para debatir cómo será este decisivo marco, que fija las grandes líneas presupuestarias del conjunto de la UE. Ante esta cita, WWF y SEO/BirdLife lamentan que el Marco actual carezca de una visión integrada de sostenibilidad a largo plazo y piden, en una carta dirigida al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, que apueste por un presupuesto de la UE que represente las prioridades y valores europeos, incluyendo la democracia, los derechos humanos y un alto nivel de protección y mejora del medio ambiente y el clima. La urgencia es alta y el cambio es necesario, dado que los ciudadanos de la UE ven a los políticos y a los que toman las decisiones cada vez más alejados de su día a día.

WWF y SEO/BirdLife opinan que la preparación de un nuevo Marco Financiero Plurianual, que arranca hoy, es una oportunidad crucial para volver a situar a la UE en la senda de la sostenibilidad a largo plazo, mostrando su preocupación por abordar las necesidades y deseos de los ciudadanos europeos a la vez que contribuyendo al cumplimiento de sus compromisos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Convención de Diversidad Biológica.

Históricamente, el Marco Financiero no siempre ha estado alineado con el desarrollo sostenible. Numerosos proyectos nocivos para el medio ambiente continúan siendo financiados a través del presupuesto europeo, como infraestructuras de gran impacto o inversiones en nuevos regadíos en zonas con escasez de agua. Mientras, los programas y medidas que contribuyen a la sostenibilidad de Europa a largo plazo, como el programa LIFE+, tienen una dotación presupuestaria y atribuciones claramente insuficientes.

Desde WWF y SEO/BirdLife creemos que las deliberaciones que actualmente están teniendo lugar sobre el presupuesto de la UE para después de 2020 suponen la oportunidad para equilibrar de manera justa las prioridades económicas, sociales y ambientales en los años futuros y para poner la sostenibilidad y el desarrollo sostenible en el centro del futuro Marco Financiero Plurianual. Desde nuestra perspectiva, el próximo Marco y el próximo presupuesto UE debería:

– Estar alineado con los compromisos internacionales para el clima, la biodiversidad y el desarrollo sostenible como el Acuerdo de París sobre el Clima, los Objetivos de Desarrollo Sostenible o el Convenio de Diversidad Biológica.

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– Eliminar gradualmente los subsidios dañinos para el medio ambiente o el clima, como está previsto en la “Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos”.

– Equilibrar las necesidades ambientales y sociales mediante la inclusión de un objetivo de gasto obligatorio del 50% para clima y medioambiente, así como incorporar condiciones ex ante sobre clima, conservación de la naturaleza y medidas ambientales para todos los programas a instrumentos financieros.

– Incrementar el Instrumento Financiero para el Medio Ambiente (LIFE) del actual 0,3% a un 1% del presupuesto total, como mínimo. La evaluación intermedia de este instrumento mostró que el programa LIFE es eficiente y tiene una relación óptima de coste y resultados.

Las políticas sectoriales específicas también necesitarían adaptarse. En este sentido, desde WWF y SEO/BirdLife recomiendan:

– Reformar la Política Agraria Común (PAC) hacia una política justa y sostenible, con el objetivo principal de facilitar la transición hacia un sistema de agricultura y a alimentación sostenible en la Unión Europea. Por lo menos el 50% de los fondos de la PAC deberían estar asignados a acciones relacionadas con el clima, la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad.

– Emplear los principios de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como guía para la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en el próximo Marco Financiero. Esto incluye la integración de aspectos climáticos y ambientales en los instrumentos financieros europeos de ayuda exterior, y el apoyo a la protección de la biodiversidad y los recursos naturales en los países en vías de desarrollo.

– Dedicar al menos la misma cantidad de financiación que en la actualidad (6.400 millones de euros) al Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y garantizar
que es utilizado adecuadamente por los Estados Miembros, apoyando el cumplimiento de los objetivos de la PCP a través de la gestión sostenible de las pesquerías y la minimización de los impactos sobre el medio ambiente marino.

– Integrar objetivos ambientales y climáticos en los instrumentos financieros como el Fondo de Cohesión, el Fondo Social Europeo y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Debe garantizarse que los proyectos de infraestructuras apoyados con financiación europea no impiden la consecución de objetivos climáticos y ambientales ya comprometidos.

– Ampliar el fondo Connecting Europe Facility (CEF) para que aporte apoyo financiero a la Red Trans-europea de Infraestructura Verde (‘TEN-G’) asegurando la conectividad y restauración de hábitats y el mantenimiento de servicios ecosistémicos en zonas de importancia para la conectividad a nivel europeo.

– Facilitar una transición justa, centrada en las personas, hacia una economía baja en carbono y ‘resiliente’ al cambio climático. Por ejemplo, mediante el apoyo financiero adaptado a comunidades de vecinos y viviendas, el apoyo a las regiones dependientes de carbón para abordar el reto de la transformación de su economía, y el desarrollo de estrategias para la diversificación económica hacia actividades sostenibles.

España no solamente es uno de los países de la UE más vulnerables al cambio climático, sino también el país europeo más rico en biodiversidad. Apostar por ella, y por la descarbonización de nuestra economía, supone unas posibilidades muy interesantes para crear empleo de calidad y sentar las bases de un nuevo modelo productivo.

En opinión de WWF y SEO/BirdLife, si España defiende estas prioridades en el nuevo marco financiero, con las condiciones adicionales que sean necesarias para orientar y controlar el gasto, nuestro país puede salir ganando.

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