Los días 14 y 15 de diciembre tuvo lugar en Nantes, Francia, la reunión de expertos sobre la ejecución del Plan de Acción para la erradicación de la malvasía canela en Europa. Bajo los auspicios de la Convenio de Berna, se reunieron expertos procedentes de Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Francia y España y debatieron sobre el estado actual de las poblaciones de esta especie invasora en Europa.
La malvasía canela fue introducida en Inglaterra en los años 40 del pasado siglo y poco a poco se fue expandiendo por el país, hasta dar el salto al continente. En España se detectaron los primeros ejemplares de esta anátida americana en la década de los 80s. Esta especie no habría llamado la atención por encima de otras muchas especies exóticas invasoras si no hubiera sido porque, precisamente en esa misma década, se estaba empezando a recuperar la población española de otra especie, la muy amenazada malvasía cabeciblanca. Los efectivos de este bonito pato habían tocado fondo en 1977, cuando quedaban tan sólo 22 aves, debido a la destrucción de las lagunas en que criaba y la caza, principalmente. La principal causa de alarma fue que ambas especies hibridan espontáneamente, y los descendientes, fértiles, continúan produciendo una introgresión de genes exóticos en la especie nativa. Los machos de la especie americana son más agresivos en el cortejo que la especie autóctona, por lo que desplazan a los machos y les impiden reproducirse. La aparición de híbridos en 1991 no tardó en tener una respuesta por parte de los responsables de la conservación de la naturaleza.
Desde el principio, el Consejo de Europa, a través del Convenio para la Conservación de la Vida Silvestre y el Medio Natural en Europa (Convenio de Berna), impulsó planes de acción para garantizar que los esfuerzos de conservación de la malvasía cabeciblanca no fueran en vano. Así, los países en los que se reproducía la especie invasora iniciaron campañas de erradicación de la misma.
La reunión tuvo lugar junto a la Reserva Natural de Grand Lieu, cerca de la ciudad de Nantes, donde precisamente se concentran los mayores contingentes de malvasía canela en Francia. Los expertos de los diferentes países reportaron las acciones llevadas a cabo en los últimos años, destacando el gran esfuerzo del Reino Unido que, de unos 6000 ejemplares a principios de siglo redujo la población a apenas una treintena. La situación de partida en los otros países no era tan grave, pero urge que tomen medidas enérgicas para la erradicación.
La participación de SEO/BirdLife en esta reunión se enmarca dentro de las actividades del programa LIFE EUROSAP, en el que nuestra organización es responsable del Plan de Acción de la malvasía cabeciblanca.