El documento que hoy hemos presentado junto con Ecologistas en Acción, SEAE y WWF alerta de los problemas que estas sustancias generan tanto en el medio ambiente como en la salud de las personas, e incluye un decálogo de recomendaciones a tener en cuenta por las autoridades competentes en materia de plaguicidas, medio ambiente, agricultura, educación, consumo y salud pública para la reducción de estos productos tóxicos usados en la producción de alimentos

 

Las organizaciones Ecologistas en Acción, Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), SEO/BirdLife y WWF han presentado hoy el manifiesto “La Plaga de los plaguicidas” en un acto que ha tenido lugar en el Centro Internacional de Fotografía y Cine EFTI. Dicho manifiesto recoge diez propuestas de acciones políticas, realistas y realizables, que contribuirían a reducir la carga tóxica de los plaguicidas sintéticos usados en la agricultura. Se trata de un asunto fundamental para abordar ahora por dos motivos clave: la actual revisión de la Directiva Europea de Uso Sostenible de Plaguicidas y la presidencia española del Consejo de la UE. El documento “La Plaga de los plaguicidas” se ha compartido también con los distintos partidos políticos, que han sido invitados al evento, así como a otras entidades e instituciones a las que se las ha invitado a adherirse al manifiesto.

El mismo día de hoy, a las 19:00 h., las cuatro organizaciones participarán también en las jornadas divulgativas «los viernes de EFTI» que responden al mismo título del Manifiesto “La plaga de los plaguicidas”. La presentación se enmarca junto a la exposición fotográfica “Hasta que la tierra aguante”, del fotoperiodista Santi Donaire, recién galardonado con el Premio GABO, que refleja en imágenes el impacto de la agricultura intensiva en la salud de las personas y en el medio ambiente, abordando la cuestión de los plaguicidas de manera transversal. Para ampliar información sobre dicho manifiesto y sus protagonistas, puede accederse a la jornada celebrada en abril bajo la misma temática, a través de este enlace a la misma en YouTube.

 

Diez claves para reducir plaguicidas

El documento presentado alerta de los problemas que el uso de estas sustancias tóxicas genera tanto en el medio ambiente como en la salud de las personas. Además, contiene un decálogo de recomendaciones para que se asegure la reducción de estos productos usados en la agricultura convencional, y va dirigido a las Autoridades Españolas con competencias en materia de plaguicidas, para que sea tenido en cuenta. Según estas organizaciones, ahora es el momento de apostar por una norma vinculante para todos los Estados miembros con relación al uso e impacto de los plaguicidas. Asimismo, piden que los países faciliten las negociaciones a nivel europeo, especialmente durante la recién inaugurada Presidencia Española de la UE, para que dicho Reglamento vea la luz antes de 2024.

 

 

Imagen de la exposición «Hasta que la Tierra aguante», de Santi Donaire que denuncia ciertas prácticas de la agricultura intensiva, como el uso masivo de plaguicidas. Autor: Santi Donaire

 

Las organizaciones firmantes del manifiesto solicitan que, a nivel estatal, cada país comunitario se comprometa con una serie de objetivos clave, desarrollados en el documento, y que se resumen en los siguientes puntos:

  • Establecer objetivos ambiciosos, vinculantes y medibles de reducción cuantitativa y cualitativa del uso e impacto de los plaguicidas.
  • Comenzar por la aplicación inmediata de estos objetivos de reducción por zonas altamente contaminadas.
  • Recuperar un sistema público de asesoramiento, formación y acompañamiento para minimizar el uso e impacto de los plaguicidas.
  • Articular campañas de información periódicas a la ciudadanía.
  • Fortalecer el marco normativo necesario para la transición agroecológica:

–Reforzar la normativa vigente en materia de plaguicidas y medio ambiente, incorporando los objetivos del Pacto Verde Europeo.

–Elaborar políticas y normas que permitan la toma de medidas eficaces de reducción en la carga tóxica por plaguicidas.

–Aprobar un nuevo Plan Nacional de Uso Sostenible de Plaguicidas o modificar el actual, que incluya las propuestas de este decálogo.

–Diseñar, junto con las administraciones competentes, normas eficaces de reducción de la contaminación difusa.

–Establecer medidas de equidad que aseguren el acceso al conjunto de la población a alimentos producidos sin plaguicidas.

  • Articular un sistema integrado de gestión para los plaguicidas obsoletos.
  • Garantizar la transparencia y mejor información disponible a la ciudadanía:

–Mejorar la calidad de los datos, evitando encuestas elaboradas por la industria y superando los indicadores meramente económicos.

–Realizar análisis oficiales anuales de los datos sobre el uso de plaguicidas.

–Eliminar el secreto estadístico, que dificulta el acceso y análisis de la información sobre plaguicidas.

–Sustituir/complementar los indicadores de riesgo armonizados de plaguicidas por otros, como el indicador de carga tóxica, mejor balanceado y más preciso.

–Crear un grupo de trabajo interministerial e interdepartamental con expertos independientes y organizaciones de la sociedad civil para revisar y mejorar las metodologías de cálculo y análisis de resultados.

–Asegurar el acceso a la información no sesgada y de manera comprensible sobre el impacto de los plaguicidas.

  • Dejar de otorgar autorizaciones excepcionales de plaguicidas y de aplicaciones aéreas de manera sistemática, salvo en caso de plagas cuarentenarias o de riesgo para la salud humana.
  • Prohibir la fabricación en España de plaguicidas no permitidos en la UE.
  • Mejorar el control analítico, la inspección y las sanciones que fomenten y exijan la implantación de medidas preventivas y correctoras que eviten el riesgo para la salud y el medio ambiente.

 

Hacia una transición agroecológica

Por su amplia distribución territorial, la producción agraria convencional es la principal fuente de contaminación difusa. Una de sus causas es el uso de plaguicidas (insecticidas, herbicidas y fungicidas), que tienen un potencial tóxico capaz de afectar tanto a la salud humana como al resto de seres vivos. Tanto es así que el contacto y acumulación en el organismo de estos productos se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, trastornos reproductivos y respiratorios, disfunciones neurológicas y cáncer. A pesar de los estudios científicos y médicos que certifican estos efectos en la salud, la actual legislación no está logrando proteger a los seres humanos ni tampoco al medio ambiente del impacto de estas sustancias, denuncian las organizaciones firmantes del documento.

Frutales fumigados en un campo de agricultura intensiva ©Shutterstock

Y es que la normativa actual presenta deficiencias en su cobertura, aplicación y cumplimiento, por lo que no se consigue aplicar de manera efectiva el principio de precaución que exige la legislación europea, ni modificar significativamente determinadas malas prácticas. Es por ello que, Ecologistas en Acción, SEAE, SEO/BirdLife y WWF hayan solicitado al Gobierno de España que, aprovechando la Presidencia Europea, consoliden la aprobación de un marco legal comunitario exigente en materia de plaguicidas, el cual ya se está negociando en la Unión Europea, con muchas dificultades de consenso, bajo el nombre de Reglamento sobre Uso Sostenible de Plaguicidas.

Este reglamento obligaría a todos los Estados miembros a adaptar y hacer vinculantes los objetivos sobre biocidas sintéticos que el propio Pacto Verde Europeo (PVE) propone: reducir el uso y el riesgo de los plaguicidas sintéticos en un 50% así como el uso de los más peligrosos en otro 50%. Además de incluir otras propuestas como el refuerzo del control natural de plagas, el impulso de la producción ecológica y la recuperación de mayor espacio para la naturaleza en zonas agrarias, como garante de la producción de alimentos. Sin embargo, esta propuesta está siendo boicoteada por determinados partidos políticos y sectores agroindustriales, por una visión cortoplacista que entorpece la necesaria transición agroecológica hacia una producción alimentaria sana para personas y ecosistemas, denuncian las organizaciones de la sociedad civil firmantes del documento. En definitiva, instan a las Autoridades Españolas con competencias en materia de plaguicidas, medio ambiente, agricultura, educación, consumo y salud pública a considerar y trabajar en las propuestas del citado este decálogo, y a mejorar el futuro Reglamento de Uso Sostenible de Plaguicidas.

Del mismo modo, estas organizaciones brindan su conocimiento y experiencia para trabajar en la necesaria y urgente transición agroecológica hacia sistemas alimentarios saludables y sostenibles para las personas y los ecosistemas. Y solicitan que no se dé ni un paso atrás en ambición ambiental que pueda suponer un menoscabo en la consecución de los objetivos planteados en el Pacto Verde Europeo.


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