Una finca de más de 5 hectáreas situada dentro del astillero de Astander se mantiene libre de plumero y acoge a numerosas especies nativas de flora y fauna
Una finca situada dentro del astillero de Astander fue una de las elegidas para evaluar la resiliencia de las metodologías empleadas en la gestión del plumero en el marco del Proyecto LIFE STOP CORTADERIA (LIFE17 NAT/ES/000495 Urgent measures for controlling the spread of Pampa Grass (Cortaderia selloana) in Atlantic area. Esta finca, invadida por C. selloana casi en su totalidad, estaba sujeta, además, a una intensa lluvia de semillas.
Pero no todo lo que albergaba era Cortaderia. Entre el extenso plumeral existía una pequeña charca con presencia de vegetación palustre y riparia así como algunas áreas con ejemplares de especies arbustivas autóctonas (eso sí, siempre acompañadas de plumero), que representaban micro-ecosistemas que era necesario preservar. Por ello, se probaron distintos métodos experimentales de control y eliminación de plumero.
La eliminación mecánica con retroexcavadora y el posterior enterrado de los restos a más de un metro de profundidad para evitar posibles rebrotes era la metodología más adecuada para la zona central de la finca, invadida por una masa monoespecífica de plumeros de gran envergadura.
Sin embargo, este método, aunque de gran efectividad, no era el idóneo para las zonas donde resistía la vegetación nativa que debía preservarse. En estas áreas se optó por emplear una metodología mixta desbrozando manualmente con moto-desbrozadora. Se podría decir que en esos parches autóctonos se actuó como en una operación de cirugía: sólo se quitaba lo que no debía estar ahí, salvaguardando el resto.
El trabajo no debe finalizar nunca en este punto (eliminación de plumeros), ya que la restauración ambiental es uno de los pasos fundamentales en la lucha eficaz contra el plumero y en la prevención de nuevas reinvasiones, tanto por parte de Cortaderia como por otras especies exóticas invasoras. Teniendo esto siempre presente, y de cara a mejorar las condiciones del suelo, los restos de hojas de Cortaderia fueron triturados y usados como mulch, aportando materia orgánica y mejorando las condiciones de humedad y temperatura del suelo. Además, una vez eliminada la especie invasora, se llevaron a cabo siembras con especies herbáceas y arbustivas autóctonas, así como plantaciones de rodales de especies nativas. De esta forma se dificultaba la posible aparición de nuevos plumeros a partir del banco de semillas presente en el suelo. El efecto de sombreo creado por los rodales también servía para inhibir la germinación de la invasora.
Para potenciar la resiliencia del entorno y el regreso de especies nativas, aprovechando las labores de gestión del plumero, se remodeló la charca existente y se crearon nuevas zonas húmedas con objeto de generar nuevos hábitats y favorecer la presencia de anfibios, reptiles y aves.
A día de hoy ¡esta zona está libre de plumero!
La posibilidad de que la finca sea re-invadida por posibles rebrotes o por la lluvia de semillas procedentes de otras áreas es real, por lo que el mantenimiento de los resultados es primordial. Sin embargo, gracias a los trabajos de restauración ambiental mediante siembra y mejora del sustrato, el área ha aumentado su resiliencia y se mantiene libre de plumero con siegas dos veces al año (a principios de primavera y finales del verano) y la eliminación manual de las nuevas germinaciones.
Esta acción demostrativa ha cumplido su función: la eliminación de Cortaderia selloana y la recuperación de las áreas invadidas por esta especie es una posibilidad real.
