La delegada territorial de SEO/BirdLife en Cataluña explica en esta entrada en el blog cómo ha ido perdiendo fuerza la caza ilegal de aves con pegamento en la comunidad catalana. A las numerosas leyes y sentencias en contra de esta práctica se unió la Justicia, que en 2012 llamó a declarar como imputada a la directora general de Medio Natural que, tres años antes, había concedido licencias para capturar fringílidos como parte de un estudio sobre la selectividad del método. Esta autorización contravenía directivas europeas y la propia Ley de Patrimonio y Biodiversidad del Estado español.
La directora general Núria Buenaventura fue llamada a declarar por firmar esta autorización que, curiosamente, se asemeja a la que acaba de conceder el director general de Medio Natural de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana para dar permiso de operación a 33 paranys escudándose en un supuesto estudio científico sobre la migración de las aves.
«¿Por qué se gastan parte de los pocos recursos de los que dispone la Administración en idear complejas artimañas para no cumplir la ley?», se pregunta Cristina Sánchez en su artículo, donde recuerda que, al final, las trampas se pagan. En Cataluña, la Justicia ya persigue a los políticos que intentaron usar artimañas para seguir permitiendo este cruel y masivo método de caza de aves. Esperemos que Valencia aprenda la lección de su vecino. «Que no nos falle la memoria; que no nos abandone», dice Cristina Sánchez.