Prados y pastizales
En el norte de la Península, principalmente debido a la orografía de la región, encontramos de manera predominante los prados como uso preferencial de las tierras agrarias. Su producción se recoge a siega para ser utilizado como alimento del ganado. En función de su manejo pueden dar lugar a diversas composiciones florísticas.
En el resto del país, los pastizales se caracterizan por presentar una vegetación abierta en la que destacan las especies herbáceas, aunque tienen también un componente arbustivo y arbóreo que cobra especial relevancia como fuente de alimento en las épocas más secas. Este tipo de pastos suelen ser aprovechados a diente por ganado herbívoro, cuya actividad regula la composición y productividad de los pastos.
En estos agrosistemas encontramos también una rica avifauna con alondras, bisbita arbóreo, alcaudón dorsirrojo, cernícalo vulgar, tarabilla común o collalba gris entre otras.