La agricultura ecológica es un método sostenible que evita los efectos perniciosos de los biocidas sobre plantas y animales, por lo que constituye un importante elemento estratégico de conservación.

El efecto de la agricultura ecológica en todo el entorno hace que los suelos, no tratados, permanezcan muy vivos en flora fúngica y bacteriana, y en microfauna, de manera que los ciclos biológicos de descomposición y mineralización siguen su curso natural, se desarrolla la cadena trófica, las relaciones equilibradas entre especies y todo el sistema madura hacia un máximo de biodiversidad favoreciendo la presencia de todos los animales y plantas propias del hábitat.

Hábitats
En la Reserva natural de Riet Vell hemos recuperado y cuidamos de 11 Ha de humedales (una laguna de agua dulce, un carrizal y un pastizal salino). Además consideramos también las 50 Ha de arrozal ecológico como parte fundamental del hábitat de zona húmeda. En la Reserva Ornitológica del Clot hemos restaurado seis hectáreas de hábitats naturales (laguna salobre con islas, carrizal, dunas vegetadas y zona somera inundable durante el invierno).

 

 

Fauna protegida

Estamos facilitando la proliferación, a lo largo de todo el año, de todas las especies de aves que necesitan el hábitat de aguas dulces y someras, proporcionándoles arrozales y pastizales, que dejamos inundados durante el otoño y el invierno, y nuestra laguna de Riet Vell -la única de agua dulce en la que no se caza en todo el Delta del Ebro-. Los islotes en nuestras lagunas permiten la nidificación sin el peligro de depredadores. Así en nuestras reservas anidan y viven en confianza un número muy elevado de especies de aves protegidas, entre las que destaca la gran densidad del avetorillo común (Ixobrichus minutus) y del calamón (Porphyrio porphyrio) así como anfibios, reptiles, peces, pequeños mamíferos, insectos y todo tipo de fauna favorecida por este entorno exento de tratamientos químicos. Además con nuestro programa de cajas nido facilitamos la reproducción de  más de diez parejas de cernícalos (Falco tinnunculus), varias de autillos (Otus scops) y más de cien de gorrión molinero (Passer montanus) en varios espacios naturales del Delta. En varias ocasiones la canastera (Glareola pratincola) y cada año la cigüeñuela (Himantopus himantopus) ha conseguido un éxito reproductivo en nuestros campos en barbecho o rotación de cultivos. Es tambien de destacar la presencia invernante del avetoro (Botaurus stellaris) cada año desde octubre hasta marzo, la del cuco (Cuculus canorus) que parasita varios nidos de carricero tordal (Acrocephalus arundinaceus) y la de centenares de pequeñas aves del carrizal, tanto invernante como estivales, residentes y de paso migratorio.

 

Fauna antrópica
Hemos construido cajas-nido para los murciélagos (Pipistrellus sp.) que tienen una ocupación estacional y para pequeñas aves como el gorrión común (Passer domesticus), y después de varios años realizando un programa de reintroducción de la lechuza (Tyto alba) se ha conseguido fijar una pareja que ya ha producido dos polladas anuales desde el año 2007, además algunas golondrinas han hecho sus nidos y cuidan sus proles en confianza dentro de en nuestros observatorios ornitológicos.

 

Censos y inventarios
Realizamos en Riet Vell y El Clot un censo continuo de aves y periódico de peces, además de un inventario de las especies de anfibios, reptiles y artrópodos de la reserva. Tenemos previstos otros programas de fauna y flora. Llevamos también a término un seguimiento de parámetros de calidad del agua. Algunos de estos seguimientos se llevan a cabo también en otros espacios naturales como L’Alfacada, Las Antiguas Salinas de Sant Antoni (ambos de la Obra Social de CatalunyaCaixa) y el bosque de Ribera del Mas de la Comandanta, de acuerdo con sus propietarios.

 

Flora y forestación
Favorecemos el desarrollo de las especies autóctonas de humedal en sus hábitats respectivos, como el carrizo (Phragmites australis), la enea (Typha angustifolia) el junco de laguna (Scirpus palustris) los juncales halófilos (Juncus acutus y J.maritimus), el lirio azul (Iris xyphium), los lirios amarillos (Iris pseudacorus), etc.
Estamos repoblando la reserva, los márgenes de los caminos y otros rincones de la finca con árboles de ribera diversos como el álamo blanco (Populus alba), el olmo (Ulmus minor), fresno (Fraxinus excelsior), sauce (Salix alba), sauce en flor (Salix atrocinerea), mimbrera (Salix fragilis), aliso (Alnus glutinosa), diversos tamariscos (Tamarix boveana, T. africana, T. canariensis), además de numerosas matas de madreselva de río (Lonicera biflora) como hábitat de sotobosque.
En algunos cordones de los arrozales favorecemos la flora no invasora del medio acuático que, además, gracias a su estructura radicular, ayude al mantenimiento de la estructura de los márgenes. Estamos probando el lirio amarillo, la cola de caballo (Equisetum ramossissimum), la cola de rata (Polypogon monspelliensis), etc. Además en algunos suelos salados de nuestras resevas propiciamos la cubierta con una especie de salicornia (Arthrocnemum fruticosum) y con una de verdolaga marina (Atriplex portulacoides).

 

Vivero, jardín y banco de semillas
Para realizar una repoblación vegetal bien programada la primera fase del crecimiento de los árboles y otras plantas tiene lugar en el Vivero de Plantas Protegidas.
Disponemos de un banco de semillas, que va creciendo en importancia a medida que vamos aprendiendo las técnicas de refrigeración de cada uno de las especies interesantes, con el fin de conservar los genotipos de determinadas poblaciones vegetales autóctonas como los lirios amarillo (Iris pseudacorus) y azul (Iris xiphium),  la madreselva de río (Lonicera biflora), el lirio de mar (Pancratium maritimum), etc.

En el jardín de la finca estamos plantando un conjunto de plantas autóctonas ya citadas a modo de muestra , aparte de reforzar la gestión del vivero para vegetales más delicados o que necesitan más sombra y humedad durante la estación seca.
Cerca de la barraca tradicional (Centro de visitantes), tenemos un huerto tradicional donde aplicamos técnicas de horticultura ecológica. Allí probamos el abono verde, «mulching«, invasión con trébol, asociaciones de especies, plantas acompañantes repelentes o atrayentes de insectos, y disponemos de nuestro eficaz sistema de compostage de resíduos orgánicos. Además, junto a la barraca tradicional, se plantó un ajardinamiento de plantas aromáticas diversas y otro de lirio azul y de madreselvas que florecen cada primavera.
También protegemos y propagamos los árboles tradicionales que acompañan la colonización humana, como la higuera (Ficus carica), el azufaifo (Zizyphus jujuba), y algunos pequeños frutales.

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