El creciente deterioro de los mares hace urgente la aplicación de medidas de conservación. Una de las medidas más prometedoras es la protección de aquellos espacios más sensibles, en los que se lleve a cabo una gestión más intensa de las actividades en pro de la conservación de sus valores. De forma genérica se habla de Áreas Marinas Protegidas (AMP), aunque el grado de protección puede diferir considerablemente entre unas áreas y otras.

 

Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA)
SEO/BirdLife contribuye a la protección de espacios, como miembro de BirdLife International, partiendo del programa de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA). Entre 2004 y 2009 la organización desarrolló un proyecto LIFE para la identificación de IBA marinas en España, que fue pionero a nivel mundial, junto con un proyecto hermano en Portugal. Este proyecto dio lugar al primer inventario de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IBA) marinas en España, con una propuesta de 42 espacios que posteriormente se ha ampliado a 44 gracias al trabajo del proyecto Life+ INDEMARES, sumando cerca de 55.000 km2 (más del 5% de las aguas jurisdiccionales). Asimismo, el proyecto fue uno de los principales impulsores de un documento vivo elaborado por BirdLife International para estandarizar la identificación de IBA marinas, el Marine IBA toolkit, que ha permitido seguir el ejemplo de España y Portugal a varios países europeos y de otras regiones del planeta.   

 

 La red Natura 2000 y las ZEPA marinas

La red Natura 2000 es la principal apuesta de conservación de espacios que existe en Europa, y da cumplimiento a las Directivas Hábitats y Aves. Por la primera se proponen en primer lugar los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), que una vez ratificados pasan a ser designados como Zonas Especiales de Conservación (ZEC). Por la Directiva Aves se designan las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). La filosofía de la red Natura 2000 es la de conseguir una gestión sostenible de estos espacios, que permita compatibilizar la conservación de sus valores naturales con los usos humanos, y para ello deben contar con planes de gestión apropiados.

En España la red Natura 2000 cubre una superficie considerable en el medio terrestre (más del 25% del territorio), pero hasta ahora era muy poca la superficie marina abarcada (apenas el 1%, principalmente pequeños espacios costeros), y los espacios designados raramente contaban con planes de conservación. Todo esto ha cambiado con la declaración, en julio de 2014, de 39 nuevas ZEPA marinas por parte del Minitsterio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). Esta propuesta se enmarca en el proyecto Life+ INDEMARES, y toma como referente el inventario de IBA marinas, gracias al esfuerzo combinado de SEO/BirdLife, ´tecnicos del ministerio y muchos otros.  Se pasa así de 135 ZEPA marinas o marítimo terrestres a 174. Pero la gran diferencia está en la superficie abarcada, 20 veces mayor con la nueva declaración: pasamos de 2.664 a 49.145 km2 marinos amparados por esta figura de la Red Natura 2000.

Pese a este hito, el trabajo debe continuar ahora para asegurar que la red de ZEPA marinas cuente con planes de conservación que asegure el buen estado de sus valores. La declaración del MAGRAMA incluye el compromiso de aprobarlos en un plazo de dos años, lo cual es un buen inicio. SEO/BirdLife, junto al MAGRAMA, la Fundación Biodiversidad y otros colaboradores ya han iniciado, durante INDEMARES, el trabajo para desarrollar medidas que den pie a los futuros planes de gestión. Y, especialmente importante, han iniciado el proceso participativo que permitirá que los usuarios del mar vean la Red Natura 2000 como algo por lo que apostar. 

 

Más allá de la  red Natura 2000
Si bien la red Natura 2000 es la primera opción para conseguir la protección efectiva de las IBA marinas, también se trabaja en otras alternativas, especialmente para dar cobertura a los espacios que se encuentran en aguas internacionales o comparten límites con otros países. Cabe destacar las posibilidades que ofrecen convenios internacionales como el Convenio de Barcelona en el Mediterráneo, el Convenio OSPAR en el Atlántico y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD). Para favorecer este proceso a nivel global, BirdLife International creó en 2012 un Atlas electrónico de IBA marinas.  

 

 

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